jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº2734

Arte y Cultura | 6 may 2017

"El Plan es puro sabor y lo va a seguir siendo": el Mono Rodriguez se fue de la banda y nos cuenta su vida

Horacio Rodriguez nos contó su crianza en Ramón Santamarina, su historia con la música y con la flauta, su reciente retiro voluntario de El Plan de La Mariposa y su visión de la vida.


Cada uno de nosotros y nosotras somos lo que vivimos, lo que nuestra subjetividad fue formando a traves de nuestro pasaje, y Hora "el Mono" Rodriguez lo cuenta así: "Si algo recuerdo de Santamarina es todo esto que llevo y que de alguna manera me identifican, me hacen y me imprimen un ritmo de comportamiento y de vida".

Ramón Santamarina es un pueblo de 400 habitantes a 60 km de Necochea: "nací en un contexto de campo, porque mis viejos estaban laburando de peones de campo y ahí vivi hasta los cinco años. después nos mudamos al pueblo, mis viejos cambiaron de trabajo y se pusieron un mercadito en el pueblo santamarinense que hasta hoy lo tienen todavia. Hace 27 años que tienen el mercado, hemos pasado ahí esas transformaciones, de llegar del campo al pueblo", explica el Mono en la primera respuesta a NdeN.

Su llegada a la música tiene un recuerdo más íntimo que él quiere mencionar "me acuerdo que el lavaropa de paleta de mi vieja estaba en el baño, entonces cuando iba al baño escuchaba el ritmo que hacía el lavaropa y un poco jugaba", pero la posta es que "en realidad mis hermanos empezaron, mi hermano más grande tocaba la guitarra, hacía folklore, después mi otro hermano que le sigue también empezó a aprender la guitarra y ahí yo también empece con un amigo. Sacábamos la zamba "Jazmín de Luna", porque queríamos ira tocar a una radio que hacía una peña", recuerda con añoranzas Hora.

Continúa recordándose Horacio su niñez en el campo y su crecimiento en ese contexto: "creo que la música surge por la curiosidad, mi hermano había empezado a leer y yo lo seguí y empece a leer a los 5, solo de aburrido".

Para aclarar los tantos de los recuerdos el mono explica que vivió en el campo hasta los 18 años: "eran los 90´en mi secundaria, era muy flashero, el viaje de egresados, el Mundial Italia 90, era todo globalización, cambiaban las realidades económicas, la gente iba y venía. Hoy Santamarina es un pueblo de gente grande, en ese momento quizás habíamos más adolescentes, no nos movíamos tanto, la idea de distancias era distinta. Bueno, todo eso era Santamarina", resume y puntualiza cómo configuró su vida esa vivencia en el campo.

"Y también tranquilidad siempre, siesta, noche, salir a cazar pájaros. Muchas cosas que después aprendí a verlas más de grande, al irme a la ciudad y entender qué pasaba y cómo se apreciaba la naturaleza, la oscuridad, poder cruzar un alambrado y sacar una fruta de una planta, cosas que en las ciudades son inaccesible, un poco las riquezas que tienen esos lugares es ver el origen de las cosas. Si algo recuerdo de eso es todo esto que llevo y que de alguna manera me identifican, me hacen y me imprimen un ritmo de comportamiento y de vida".

Un amiguito nuevo

Uno de los años de estudio secundario en la Agrotécnica de Santamarina conoció a Sebastián Andersen, hoy vocalista de El Plan de La Mariposa y el mayor de los cinco hermanos que completan con dos amigos más la banda necochense: "la amistad surge más a final de la secundaria, por ir a Necochea, viajar, salir y compartir noches y movidas, me acuerdo que ahí Seba me mostró Hijos del Culo de Bersuit y era re flayero, a mi negra Murguera fue un tema que me mató", detalla el Mono un sentimiento de época de todos aquellos que ese año nos encontramos con ese disco del rock nacional.

 "Después Seba se fue a mardel, por dos años no nos vimos, pero yo emigré a Mardel y ahí nos volvimos a juntar... en un momento yo estaba dejando un departamento y Seba me invita a vivir con él. Siempre buena onda, colaborando, noche de dardos, de movidas", los recuerdos le van llegando al mono que instantáneamente los suelta para esta entrevista, y entre idas y venidas de amistad, de localidades, de golpe, comienza la magia:... "Después Seba se viene a Buenos Aires, yo voy a visitarlo, nos vemos en Neco y los hermanos ya estaban armando el Plan. Yo tocaba en una banda en Mardel pero ya no estaba tan seguro de quedarme en Mar del Plata. Fui a Neco y me compré la flauta. Los chicos me invitan a tocar, y empiezo a tocar la flauta a partir de la invitación".

Los años de rock

Horacio comienza a contar cómo se sentía ese crecimiento de El Plan de La mariposa desde sus inicios, el disco El Brote (2009), Trance Habitante (2013) y el sentimiento tan particular de comunidad y familia que reina en el grupo: "Siempre pensamos que estamos creciendo, eso es algo que nos pasa y supongo que a los pibes les sigue pasando, siempre la sensación es que de "un poquito más", "algo más", siempre es una experiencia que te lleva a encontrarte con lo que viene, con otra idea", arranca El Mono a hablar del grupo que acaba de dejar hace unos meses, y continúa: "El Plan no va a parar nunca de crecer, es algo de la actitud, más allá de lo que se consigue, porque de alguna manera siempre está en evolución".
 
"Recuerdo mil anécdotas, me pongo a pensar en La Isoca, o en el viaje inciático que hicimos con Valen y Seba y otro amigo (que conocimos a Lazinha), fuimos Salta, Jujuy, Bolivia Perú, y despues a Brasil (que conocimos a Caio), son todas unas secuencias de vivencias que te transforman todo el tiempo... esa es parte de la magia de no parar de crecer porque como personas somos ávidos de algo que no sabemos que es, y cada uno le imprime su ritmo", expresó con claridad Horacio Rodriguez.

Final del proceso El plan de La mariposa

Vamos al grano: "No hay un enojo que defina, un "algo" que me tire en contra, yo pienso que laburé mucho en la producción de este último disco, asistí un montón a los ensayos todo el año, todo el invierno", comienza a explicar... "A mi me fue transformando eso, en la manera de pensar, me dio valentía para ver que quizás no era el momento para seguir en la banda y no tengo ningún enojo ni nada que se parezca, solo pienso que quizás sentí que mi sonoridad no estaba en ese disco y a la vez también me cuesta porque es entender que la expresión que yo tenía para eso no estaba ahí", relata Horacio intentando expresarse sin un discurso preparado sino espontáneamente cómo le va saliendo.

"Y no me retiro de la familia (se refiere la comunidad de amistad que reina en el grupo) porque llevo una parte de esto que sucede, lo llevo en mí y me sigue transformando. Es dificil contestar si hay una razon (de su retiro de El Plan), si me pongo a pensar, lo que puede explicarme es que quería el tiempo para hacer otras cosas, y ese hacer otras cosas también implica la música, no voy a dejar de ser músico, y eso también es parte de ese crecimiento"

Sigue describiendo cómo es El Plan desde adentro: "hay una producción y un nivel de bajada de cosas que pasan por los dedos, por la cabeza y por la voz de los pibes que son increibles, eso es así, cuando sucede hay magia, y eso es tremendo". "Hay un montón de cosas que me balancean en la decisión y bueno pero puede ser un poco lo que el texto (el de despedida que subió públicamente en Facebook) es entender que obviamente me da miedo largarme y emprender algo que todavía no sé qué es, pero siento que puedo hacerlo, y siento que es parte de esa misma valentía, es esta comunión con los pibes, que es la fuerza que entiende que cada uno puede elegir y transformarse en un montón de cuestiones y a la vez tener esa contradicción", relata Horacio muy claramente dándose a entender.  

Finalmente "el mono" no nos cuenta mucho de su futuro post Plan, sencillamente porque se propuso por un tiempo no hacer nada, pensar y dejó entender que tiene un par de canciones propias que quisiera salir a tocar, ademas "estoy haciendo cosas en madera, estoy estudiando Música Autóctona en la facultad y dedicándome a eso, haciendo una formación más universitaria y viendo si eso me da herramientas para emprender otra cosa y seguir creciendo. No tengo nada definido"


El aporte del Beto, bajista de El Plan

Andrés Nor se copó también con NdeN y dejó un poco de su subjetividad en esta nota: "Tengo grandes recuerdos, pero me acuerdo particularmente cuando ibamos un verano muy seguido a tocar a "La Negra" unos acústicos, y alguna gira, con el "mono" como percusionista, tocaba el cajón porque Julián (el baterista) estaba en Buenos Aires. El mono llevaba muy bien el cajón, y nos mirábamos y mandamos fruta, hacíamos lo que sentiamos en el momento, nos autodenominamos "el duo rítmico de la costa". Nos cagabamos de risa, sonaba bien".

"Se extraña la presencia porque es un chabon muy piola, muy tranquilo, por ahi somos todos distintos, muchos somos muy cebados. Aparte lo musical también se extraña, muy pila laburando, en los viajes si pasa algo el Mono se da maña siempre ahí con Seba".

Reflexiónes Finales:

Así habla el mono: "El plan me dio mucho crecimiento, me despertó un montón montón de sentimientos, cosas que nunca había sentido y que no sé qué nombres ponerles, conexión con muchos lugares, con gente, con espacios, conmigo, desde todas las aristas, porque ser un grupo y esa interacción, es puro sabor, y creo que lo va a seguir siendo".

"Y de la vida principalmente que el que quiera hacer algo que lo haga, que ponga manos a las obras, que a veces se puede mirar a corto plazo y a largo plazo también, y que hay un montón de vidas posibles dentro de la misma vida, porque uno va cambiando también de historias, va creciendo y no debería ser uno igual pasando por ciertos lugares de transformación, para que suceda la vida en sí misma, poder tener otros momentos, quizás cambiar el gesto, hacer un gesto y que ese gesto se corresponda con lo que estoy pensando y sintiendo. Autoconocimiento y compartir, compartir mucho y Amor, amor total".

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