Uno de los temas candentes de la agenda nacional tienen a un necochense como protagonista; el camarista Eduardo Freiler.

El funcionario judicial suspendido es investigado por enriquecimiento durante los últimos años, declarando un patrimonio de $ 6,7 millones en 2016, un 26% más que en 2015.

Más allá de la adquisión de yates o autos importados, otras de las línea de investigación apunta a una presunta donación de su padre de $1 millón de pesos.

Su padre, Samuel Freiler, es un jubilado de 88 año que trabajó décadas como práctico marino en el Puerto Quequén. Ahora bien, ¿cómo llegó a donar $1 millón de pesos a su hijo con la jubilación?

Una de las fundamentaciones de la familia Freiler apunta a lo exitoso de los negocios emprendidos por el padre en Necochea, entre ellos un hotel o hostel ubicado en Costa Bonita. Lo cierto que esa próspera inversión no solo pasó desapercibida en la Ciudad sino que a simple vista no pareciera dar cuenta de un establecimiento que haya generado grandes ganancias en los últimos años.

De hecho en las imágenes el lugar da cuenta de un abandono de años, principalmente en el mantenimiento básico que se expresa en las malas condiciones en las que se encuentran sus escaleras, pintura y estructura en general. Fuentes judiciales confirmaron a este medio la pertenencia de dicho establecimiento a Freiler, ya que que dicha dependencia debió afrontar en su momento algunos juicios laborales con empleados del lugar. 

Cabe recordar que una de las hipótesis de la investigación apunta a dar cuenta si el camarista "blanqueó" dinero a través de sus padres jubilados, generando una cortina de humo a través de su familia.