El escándalo homofóbico que se desató en la ciudad el último fin de semana pareciera tener un nuevo capítulo luego de que trascendiera que los jóvenes atacados en Tom Jones por besarse quisieron radicar una denuncia y fueron desestimado y hasta responsabilizados por el personal policial que los atendió.

 Tras lo sucedido en el bar, Marcelo Mangini, víctima de lo sucedido, fue con sus amigos a radicar la denuncia a la Comisaría Primera. Cuando le contaron al oficial lo sucedido, la respuesta de este no fue la más grata: "Hizo un discurso donde rescató que era un lugar privado, que tiene sus propias reglas, que el dueño decide. Lo que nos decía es que nosotros desafiamos la potestad de él de sacarnos y que al resistirnos generamos violencia", contó el turista porteño.

Eso no fue todo. En el transcurso del descargo los planteos del oficial empiezan a ubicar como victimarios a las víctimas por lo que los jóvenes deciden filmar lo sucedido con un teléfono: "Nos preguntan si tomamos alcohol, empieza como un amedrentamiento, llama por la radio a los que tienen que hacer el test, empieza a crecer todo (…). Eso empieza a desescalar, se da cuenta de que todo se está yendo al carajo y rescata que hubo lesiones —contó—.Y dice: 'bueno, les tomo la denuncia'. Y pasa a un cuarto con el chico con el que estaba, que iba a ser testigo".

Incluso durante el debate el efectivo policial reconoce desconocer la legislación concernientes a la igualdad de género o garantes de igualdad entre las personas. 

Según relata el joven, luego el efectivo volvió a intimidarlos: "No me gustaron para nada sus formas. Llegan a subir el video a las redes y les meto una denuncia a cada uno".

La amenaza e intimidación generó que los jóvenes desistieran de realizar la denuncia formal. "En estas condiciones no la voy a hacer, no te voy a dar mis datos personales porque me estás amenazando, sos un homofóbico", le dijo Mangini al policía.