Tras tres años de instrucción, el lunes comenzó el juicio por Melisa Núñez, la joven de 19 años que el lunes 13 de abril del 2015 falleció por el derrame de Photoxin, fosfuro de aluminio, en un barrio de Puerto Quequén.

Mercedes Fernández, mamá de Melisa, estuvo presente en el juicio y dijo: "Estamos conformes porque esperamos 3 años para este juicio público, para que toda Necochea y Quequén vea lo que pasó".

En ese marco, contó que, luego de reunirse con Víctimas por la Paz, decidió ir por un juicio restaurativo: "Vengo a finalizar una etapa, esta es la forma de buscar justicia para que esto no vuelvaa suceder en Necochea ni Quequén, que se tenga otro tipo de valores, y que no haya otro derrame tóxico ni otro depósito de productos prohibidos".

Ella es de Corrientes y carga con un dolor inconmensurable: un año antes había perdido a César, un hijo que entonces tenía 22 y no sobrevivió a un accidente de moto.

"Quequen es una zona muy linda, que mi hija amó mucho durante un año y medio que vivió acá, y eso es el recuerdo que quiero llevarme... y amargos recuerdos no los voy a olvidar tampoco", relató con dolor. Y agregó: "A veces es duro aprender a escuchar a los otros, pero yo soy una persona simple, común, y trato de entender a la gente... esto ocurrió por negligencia... no lo se".

La abogada de la familia relató que el juicio no comenzó en tiempo y forma porque tuvieron que aceptar a un juez de San Cayetano, porque un juez del Tribunal se excusó por tener parentezco con un testigo. "Declararon más o menos once testigos entre vecinos, bomberos y lo mas importantes es que Cañadas abrió el debate diciendo que era el único responsable de lo que había pasado pero que él no habia tenido la intención de matar a nadie y que no sabía que podía provocar ese desastre", contó.

Por último, aseguró que "nosotros creemos que no tenía intención pero sí sabía lo que hacía, vendia agrotoxicos, obviamente algo de eso sabía".

 "En tres años no se ha dado la menor muestra de que no vuelva a ocurrir otra Melisa Nuñez"

Desde el Partido Obrero Necochea opinaron que "fueron tres años de intentos de cambios de carátulas, de intentos de compra de voluntades, de arreglos económicos, alguno de los cuales hasta hicieron perder la memoria a mas de uno, de calumnias, de todo cuanto artilugio legal y no tanto exista, con el objetivo de no llegar a esta instancia o hacerlo de manera atenuada para cumplir".

En un comunicado, el Partido que tiene como referente a la militante ambientalista Mónica Conessa, opinó que el juicio llegó "solo la férrea voluntad y pericia de la Sra. Fiscal Gabriele y la lucha llevada adelante por su familia, las feministas, los ambientalistas, y la sociedad, que comprende que en este juicio también se pone en debate la impunidad con que el agronegocio maneja el “pasivo ambiental” que deja en su operatoria (...)  en tres años no se ha dado la menor muestra de que no vuelva a ocurrir otra Melisa Nuñez y sus vecinos damnificados", advirtieron.

Para dicho partido que forma parte del Frente de Izquierda, el depósito de los hermanos Cañada estaba contraviniendo la ley "pero estaba aprobado por la Municipalidad de Necochea, el Ministerio de Salud y por el amparo que otorga la mirada sesgada de la OPDS y el Consorcio de Gestión de Puerto Quequen (el mismo que ahora impulsa la instalación de una planta acopiadora de UAN en los giros 11 y 12)", denunciaron. Finalmente se refirieron a los culpables intelectuales: " La causa contra los funcionarios municipales y provinciales, participes necesarios de este crimen, duerme el sueño de los injustos".

El miércoles se retoma el juicio en los Tribunales de 6 y 89.