jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº2762

Política | 10 jul 2018

Un karma: para los ambientalistas el puerto solo genera problemas a la ciudad

Nden se comunicó con la Asociación El Parque NO se Vende quienes volvieron a insistir en el riesgo que significa la construcción de los Giros 11 y 12 en la ciudad. Para ellos el puerto en Quequén solo ha dejado "destrucción, devastasión, invasión y enfermedad".



En nuestra ciudad, tal como en todo el país, el movimiento ambientalista ha surgido en el Siglo XXI para protestar y resistir contra aquellas empresas que, a través de negocios y licitaciones con los Estados, extraen recursos humanos y, según estos activistas, no generan nada para la población. En Necochea el movimiento de protección al Parque Miguel Lillo nació a fines de los 90´ y hoy en día son quienes muestran una tenaz oposición a los proyectos privados que intentan intervenir en dicho predio o, en el caso actual, invertir en el puerto de Necochea.

Se conoció que en el Sitio 10 del Puerto Quequén comenzaron las obras para un nuevo sistema de pesaje de camiones. Desde el espacio medioambiental, sin embargo, fueron certeros: "Nos oponemos a cualquier ampliación del puerto, porque no queremos seguir aportando a este puerto, en estas condiciones", explican desde el movimiento "EL Parque no se Vende". Se trata de uno de los espacios que conduce la resistencia ante el proyecto de construcción de la planta de Fertilizantes de la empresa Pierdoce S.A, y que la justicia ha ordenado frenar el pasado 30 de mayo. Para este grupo de activistas, trabajadores y trabajadoras de nuestra ciudad, el problema no es la planta en sí misma, sino que debaten cuál es el rol de tener un puerto en una ciudad: "Consideramos que el puerto impacta en forma claramente negativa en Necochea y Quequén. Lo único que dejó a Quequén ha sido destrucción, devastasión, invasión, enfermedad", sentencian y agregan que "cuando aparece la posibilidad de hacer los giros 11 y 12 nos damos cuenta que va a pasar lo mismo en Necochea si se permite".

"El puerto lo sostenemos todos: todas las obras básicas, los dragados, mantenimiento, lo solventa el Estado nacional con nuestro dinero, y el puerto no le da a nuestra ciudad ni un solo peso... encima no hay tasa portuaria, porque la derogaron", critican referentes de este movimiento, que prefirieron no dar sus nombres en esta entrevista porque del lado del empresariado "son pesos pesados". Para ellos, vivimos en una ciudad que tiene un puerto "y no al revés", "ni siquiera en la coparticipación nos devuelven dinero por tener puerto".


Según el movimiento El Parque no se vende, el puerto ha dejado en nuestra ciudad rotura de calles, contaminación de agua, contaminación de aire y "más riesgo por la posibilidad de camiones con úrea circulen por toda la ciudad...y ahora tenemos riesgo de explosión", aseguran respecto a la construcción de la planta con fertilizante líquido y sólido a metros de nuestra Termoeléctrica, cuestión que generaría un alto riesgo.

Finalmente expresan que la mayoria de las actividades de la agro exportación tienen la característica de incumplir con la legislación ambiental: "eso les da la competitividad, ahorran en lo que tiene que ver con el ambiente", y agregan: "el puerto esta intentando tener una planta de acopio de fertilizantes también de forma clandestina...tienen que hacer eso porque si tienen que hacer las cosas bien, el costo hace que ni siquiera sea redituable... eso es un modo de operar del modelo, la forma de generar esa plusvalía tienen que ver con incumplir la legislación que protege a la población", concluyeron.

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