"Usted es un genocida, que hace acá", le espetó una joven al genocida Héctor Bicarelli quien se disponía a viajar en un micro de larga distancia de Mar del Plata a Necochea.
La impunidad del represor necochense no se representa solo en la libertad que detenta sino que además no le importa increpar a las personas que lo rodean, como si no fuese responsable de la desaparición y asesinato de decena de necochenses.

"Ladrones de la patria. Mal educados", atinó a decir quien fuera condenado en 2012 por el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata a una pena de 7 años de prisión junto a otros 11 comandantes de fuerzas de seguridad.

Tras lo sucedido, desde la empresa hicieron un cambio de micro donde evitaron el cruce del genocida con la gente que repudiaba su presencia. En ese sentido, Bicarelli debió bajarse antes de la entrada a Quequén, ya que la gente a su alrededor se alejó de los asientos donde estaba, como forma de rechazo a su presencia.
En tanto Bicarelli siga gozando de impunidad y caminando las calles de la ciudad como un vecino más, los escraches se irán multiplicando.