La criminalización de la pobreza, la sistemática persecución de la policía a lxs pibxs de los barrios más postergados, la falta de vivienda y acceso a la ciudad (acceso a la cultura, salud, educación), la falta de trabajo o el trabajo esclavo y precario, los desechos agrotóxicos,  y las fumigaciones a cielo abierto son una fotografía de los barrios populares de nuestra ciudad, y de toda la Argentina. Son la resultante de las políticas sociales y económicas que se vienen profundizando hace décadas, hablamos de distintos (en la apariencia, parados desde el “progresismo” o desde un neoliberalismo feroz) modelos de producción que implica el saqueo de nuestros bienes comunes y la precarización del buen vivir.

Ante estos brutales ataques, lxs vecinxs nos seguimos organizando.

Esa es la realidad del barrio Campana, ubicado en 71 a73 y 82 a 86.

El Campana, cumplirá este 20 de noviembre 3 años, desde su toma de viviendas, las mismas estaban medio hacer (solo eran filas de ladrillos) y abandonas debido a la sintonía fina propuesta desde la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, eran parte de un plan federal que quedó, por decisión política, sin terminar. En principio fueron pocas familias las que sostuvieron la toma, debido a la crisis económica y social, comenzaron a tomar nuevas familias plateas y a levantar viviendas por demás precarias.

Hoy Viven/ vivimos, allí 70 familias; venimos hace años junto a lxs vecinxs y el Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional, organizándonos para exigirle a los gobiernos municipales lo que nos pertenece, mediante la lucha y organización obtuvimos la pre adjudicación de más de 40 viviendas, la apertura y limpieza de calles, la bajada de la luz y la recolección de residuos, entre otras cosas.

De manera autogestiva hace 2 años venimos sosteniendo la olla popular, el espacio de mujeres, y múltiples actividades recreativas y culturales, para pibxs y adultxs.

En enero de este año recuperamos el predio de una fábrica de cerámicos abandonada, ahí funciona el comedor y dos Cooperativas de trabajo: Bloquera Campana y Huerta Comunitaria, las mismas integradas por más de 30 vecinxs en su mayoría mujeres. Entendemos que este es el salto político más grande que obtuvimos desde el nacimiento del barrio, esto implica una manera distinta de prefigurar las relaciones sociales, laborales y económicas, es la construcción de poder popular y empoderamiento de lxs de abajo.

La cooperativa representa también la posibilidad para las mujeres de tener mayor independencia económica, y así estar más fuertes. Recordemos que la falta de vivienda y trabajo, son factores que nos empujan a las mujeres a sobrevivir y mantener relaciones con violentos y golpeadores, ya que el Estado no garantiza derechos básicos para que tengamos una vida libre de violencias. 

Desde el FPDS CN formamos parte de estas iniciativas y alentamos a la coordinación y conformación de multisectoriales que agrupen desde abajo todas las expresiones de lucha y resistencia que surgieron en los últimos años en nuestra ciudad

* La utilización de la X se debe a no diferenciar entre gèneros, con el objetivo de dar una disputa antipatriarcal en la utilización del lenguaje.