Antes de hacer el primer viaje del día, un chofer o propietario de remisse arranca con una deuda o pasivo de $700, producto de los $360 que abona a la agencia y de los gastos de gas y combustible. Para salvar los costos del día deben hacer, al menos, seis o siete viajes de cinco kilómetros, cada uno de esos recorridos tasados en $109. Recién después de ahí empiezan a contabilizar salarios. En el día llegan a trabajar entre 12 y 14 horas para lograr un ingreso diario, libre de gasto, que va entre $300 a $400.

La situación es peor para los choferes, aunque los propietarios también se encuentran con un piso muy bajo, ya que trabajan un par de horas menos percibiendo montos de ganancia similares a los sueldos de los empleados no titulares del vehículo. Incluso, fuentes de los trabajadores consultadas por este medio, señalaron que algunas agencias suelen cobrarles la tarifa diaria a los choferes que se encuentran enfermos o sin condiciones físicas para trabajar.

En ese marco, desde la Asociación de Propietarios Auto Remisse (APAR) se declararon en “estado de alerta permanente” por la situación crítica que están atravesando y exigieron a los concejales que aprueben el proyecto de ordenanza presentado por el ejecutivo municipal junto a la Dirección de Transporte que plantea quitarle poder a los empresarios de las agencias que son los únicos beneficiarios de este sistema.

"Por la aprobación de la nueva ordenanza municipal. De esta dependen 800 familias. Esta situación es insostenible. Señores concejales actúen, así no podemos más", plantea el afiche que lucen cientos de remisses que circulan en la Ciudad el día de hoy.

¿Cuáles son los principales fundamentos del proyecto? En principio les permite a los propietarios ir a trabajar a las agencias chicas que dispondrían de las condiciones para poder aumentar la cantidad de autos pese a que se plantea un congelamiento del parque automotor general. A su vez, los propietarios puede generar sus propias agencias llegando a abaratar el bono diario en alrededor de $150 pesos.

Ante esta iniciativa, los empresarios intentaron dar su propia respuesta con una movilización realizada la semana pasada, la cual no tuvo mucho impacto ya que solo lograron movilizar unos 40 autos de un total de 380. La compañía Unica es la que viene encabezando la resistencia del sector, situación que tuvo su extrema expresión en la agresión contra el Director de Transporte, Julián Zugazúa, durante una operativo realizado hace semanas atrás.