viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2756

Sociedad | 19 oct 2018

Gabriel, el paciente del Hospital Taraborelli que conmueve al país

Fue encontrado hace 13 años en la terminal de ómnibus sin datos personales ni identificación. Recién en el último tiempo pudo dilucidarse su identidad a partir del registro dactilar y la utilización de nueva tecnología.  Es de Jujuy y escapó del Hospital Alejandro Korn luego del fallecimiento de sus padres.


Trece años atrás la policía encontraba diambulando en la terminal de ómnibus a un hombre que no hablaba y no poseía documentación alguna.  Luego fue derivado al Hospital Neuropsiquiátrico  Domingo Taraborelli, donde permaneció sin que se pudiera develar quién era o de dónde venía.

Hace poco tiempo, a partir del reenvío de huellas dactilares al Ministerio de Seguridad, pudo develarse que se trataba de Gabriel Coll y que tenía unos 61 años.  Era de Fraile Pintado, Jujuy, y se había escapado del hospital psiquiátrico Alejandro Korn, lugar donde lo visitaban sus padres hasta que fallecieron.

“Cuando nos avisaron que lo habían identificado, corrí a buscarlo. Estaba en el taller de radio. Les conté a todos y se me cortaba la voz de emoción”, cuenta a La Nación Alejandra García, licenciada en Trabajo Social y directora asociada del Hospital local.

Con los balbuceos que lograba hacer se llegó a escuchar “Jorge”, nombre que los profesionales empezaron a utilizar para interactuar con èl. Según pudieron reconstruir, tiene un síndrome psicoórganico de nacimiento y por eso nunca pudo hablar ni comunicarse por escrito.

“De todas las actividades que se brindan desde el hospital, la que más le gusta a Gabriel, además de meterse al mar, es dibujar. La mayoría de sus obras son figuras geométricas. Traza cubos a la perfección”, relata Sol Amaya, la periodista de La Nación que dio a conocer la historia de Gabriel.

La historia de Gabriel recorre el país y pone sobre la mesa la necesidad de ampliar y desarrollar las políticas públicas que hacen a la salud mental y sobre las que las profesionales del Neuropsiquiátrico vienen difundiendo hace años.

“Queremos que se deje de asociar la enfermedad mental a la peligrosidad. Fomentamos vínculos familiares y reinseción en la comunidad. Buscamos que se pueda promover una buena convivencia con toda la ciudadanía. Despuès de todo, como se dice, de cerca nadie es muy normal”, concluye Ruth Kalle, otra de las integrantes del equipo que trabaja en el hospital.

Fotos del diario La Nación

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