miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº2761

Sociedad | 16 ene 2019

Se cumplieron 32 años de la desaparición de Adriana Celihueta

Pasaron 5 jueces y la causa finalmente prescribió. "Es una deuda muy grande la que tiene la Justicia con esta familia", aseguró años atrás Silvia, hermana de la veterinaria necochense.


Este 15 de enero se cumplieron 32 años de la desaparición de la veterinaria necochense, Adriana Celihueta.

Su auto fue encontrado en el parque Miguel Lillo, tenía las llaves sobre un asiento, la puerta del conductor abierta y los documentos de Adriana tirados en la arena.

Era hija del mecánico tornero Carlos Celihueta, quien se suicidó en 2015, y de Ivis Vaio, una modista conocida por todos como “Mimí”.

En aquel entonces se tejieron múltiples hipótesis, una de ellas apuntaban a otro veterinario que habría sido amante de Celihuete. Esta se casaría 37 días después con Fernando Iparraguirre, otro colega con el que se iría a vivir a La Pampa.

Silvia tenía en ese entonces unos 29 años y era practicante en la veterinaria “La Chacra” de Reinaldo Costa, ubicada en Quequén. Este fue el único apuntado en ese momento e incluso llegaron a realizarse allanamientos en su casa, que incluyeron excavaciones en su jardín. Para el año 1987 cumplía funciones como delegado municipal en Quequén, bajo el mandato del gobierno del intendente justicialista, José Domingo “Coco” Taraborelli.

El encubrimiento político y policial fue tal vez la noción que más prevaleció sobre lo sucedido ya que en la causa pasaron unos 5 jueces e incluso existieron atentados contra el padre y la muerte sospechosa de un testigo que aseguraba haber visto a su amante circular en zonas aledañas al lugar donde apareció el auto.  

“Primero fue el Dr. Pedro Cornelio Hooft, uno de los jueces que aparece en la lista de operadores judiciales de la CONADEP,que trabajaban en conjunto con las Fuerzas Armadas a lo largo de la última dictadura militar argentina, quien se excusó con el argumento de no saber si la joven había desaparecido el 15 o el 16 de enero, día en que empezaban sus vacaciones. Lo siguió Jorge García Collins, hoy destituido por corrupción y vinculaciones con las redes de prostitución, y con Margarita Di Tullio, “Pepita” la pistolera. Continuó Armando Martinelli, juez al que la familia casi forzó a investigar una presunta falsificación de pericias sobre el Dodge Polara, pericia que nunca se hizo”, reconstruye el portal Periodismo Ciudadano.

"Es una deuda muy grande la que tiene la Justicia con esta familia", dijo dos años atrás Silvia Celihueta, la hermana de Adriana.

 

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