martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº2753

Sociedad | 28 dic 2016

Síndrome de Intestino Irritable


Por: María José Arano - Licenciada en Nutrición (UBA) - MN: 5599 MP: 2737

El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es uno de los trastornos funcionales más frecuentes.

Los pacientes con SII sufren dolor o molestia abdominal junto con alteración del ritmo evacuatorio. La prevalencia del SII es del 10-25% de la población general, con predominio en mujeres jóvenes (índice mujeres/hombres 3:1).

Múltiples factores, que todavía están en discusión, originan los síntomas del SII: alteración del eje cerebro-intestino con dismotilidad e hipersensibilidad intestinal, activación inmunitaria, función defectuosa de la barrera intestinal, cambios en la microbiota intestinal, factores genéticos, infecciones, así como factores psicológicos.

Dado que el SII es un trastorno funcional para el cual no hay una prueba diagnóstica científica (ejemplo: extracción de sangre, resonancia, etc), el diagnóstico se basa sobre la evaluación de los síntomas según los criterios Roma IV:

-          Instalación de los síntomas al menos 6 meses antes del diagnóstico

-          Dolor abdominal recurrente (más de 1 día/ semana en los últimos 3 meses)

-          Por lo menos 2 de las siguientes características:

ü  Asociado con la defecación

ü  Asociado con alteración de la frecuencia de las deposiciones

ü  Asociado con variación de la forma de las deposiciones

 Otros síntomas presentes en SII:

Digestivos: Muchas veces se pueden observar síntomas del tracto gastrointestinal superior, tales como reflujo, saciedad precoz, dispepsia (conjunto de síntomas localizados en hemiabdomen superior), náuseas y dolor torácico no cardiogénico.

Extradigestivos: Pueden manifestarse síntomas tales como dismenorrea, broncospasmos, poliuria (orina frecuente), dolor de espalda.

Varios estudios muestran que las personas afectadas tiene una motilidad gastrointestinal anormal en respuesta a diferentes estímulos, tales como ciertos alimentos, stress, distensión, y ciertos químicos.

El tratamiento se basa en el tipo y la severidad de los síntomas, el grado de deterioro funcional y la presencia de factores psicosociales. A pesar de su naturaleza benigna, el SII afecta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.

Las modificaciones en el estilo de vida (en este sentido, la alimentación encabeza la lista) y el desarrollo de conductas adaptativas frente a los síntomas son estrategias indispensables a seguir.

Actualmente, la bibliografía señala 4 aspectos importantes en el tratamiento, sin embargo su efectividad aún sigue siendo material de estudio.

 

1-    Las dietas de exclusión/eliminación: Eliminación de aquellos posibles alimentos que el paciente refiere como desencadenantes de la sintomatología anteriormente mencionada.

2-    El uso de probióticos: Los probióticos son microorganismos vivos que, al administrarse en cantidades adecuadas, conferirían un efecto positivo para la salud de quien los consume. A pesar de la cantidad de trabajos científicos, muchas preguntas nuevas han quedado sin respuesta, tales como la dosis óptima, su rol en una terapéutica combinada, la actividad de una cepa específica, la estabilidad del probiótico dentro del tracto GI, la posibilidad de desarrollar resistencia antibiótica, y la duración de la terapia. Por lo cual aún se necesitan más estudios que nos despejen estas dudas y  nos permitan la indicación de un tratamiento particular

3-    La utilización de fibras: La estrategia de alterar la fibra es clave en el manejo alimentario del SII. El tipo de fibra insoluble suele estar asociado a la aparición de sintomatología mientras que la del tipo soluble podría mejorar las molestias.

4-    El control de Fodmaps: El término Fodmaps (en inglés “Fermentable Oligossacharides, Dissacharides, Monossacharides and Polyols” - Oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polialcoholes fermentables) hace referencia a hidratos de cadena corta que generarían sintomatología específica de SII.  El enfoque de la dieta baja en FODMAPs restringe la ingesta todos los FODMAPs, no de alguno de ellos (como suele hacerse, restringiendo por ejemplo, sólo la lactosa).

 

Es importante recordar que en las patologías funcionales, el tratamiento nutricional debe ser individual, acorde a las características del paciente y basado en los lineamientos de un plan hipofermentativo:

 

- Pautas higiénico-dietéticas

- Control de grasas

- Predominio de fibra soluble

- Evitar alimentos formadores de gases

- Reducir azúcares simples

 

Arano María José. Lic. En Nutrición (UBA)

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