viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº2763

Sociedad | 9 ene 2017

Ansiedad y picoteo:  ¿Cómo controlarlos para evitar comer de más?

La mayoría de las veces, lo que nos impide comer saludablemente son esas ganas de picar incontrolables que generalmente se dan a media tarde o después de cenar…Pero tenemos buenas noticias, podemos combatir el picoteo, sólo tenemos que saber cuál es su origen.


Por: Lic. En Nutrición María Florencia Bernatene (UBA) MN: 7460

Origen del picoteo:

  • Saltear comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena).
  • Consumir una alimentación insuficiente con ausencia de nutrientes indispensables.
  • Descansar poco durante la noche.
  • Utilizar la comida como “refugio” por tristeza o aburrimiento.
  • Ritmo de vida acelerado.


Al identificar aquellas posibles causas, podremos controlar el picoteo de una manera más fácil.

Los motivos del picoteo pueden ser varios e incluso pueden ir cambiando a lo largo del tiempo. Lo importante es que descubras con cual te identificas y como controlarlo.

Estas son las 4 causas más frecuentes del picoteo:

1)      Saltear comidas principales

Muchas personas creen que comiendo poco adelgazarán. Saltarse el desayuno, la merienda, o eliminar algunos alimentos de la dieta no favorece la pérdida de peso. Saltarse algunas de las comidas solo hace que lleguemos con más hambre a la siguiente, favoreciendo el picoteo, que suele hacerse con lo primero que encontramos, generalmente alimentos poco saludables.

Es importante realizar las 4 comidas principales al día. Comer más veces, pero en cantidades reducidas favorecerá un consumo adecuado de calorías evitando el apetito excesivo.

2)      Descansar poco durante la noche y confundir cansancio con hambre.

Cuando no se descansa bien o no se duerme lo suficiente, por las mañanas el cansancio se hace presente. Además, muchas veces confundimos sueño con hambre y en lugar de obtener energía descansando, la buscamos en la comida.

Para combatir el cansancio lo importante es descansar, pero podemos ayudar realizando un desayuno completo con cereales o pan integrales, frutos secos y frescos  y lácteos descremados. De esta manera ayudamos a disminuir la sensación de fatiga y ayudamos a tener menos apetito hasta la próxima comida.

3)      “Hambre emocional”.

A veces descargamos en la comida nuestras desilusiones, miedos, angustias, enojos, tristezas, etc. La comida nos da ese momento gratificante que necesitamos. Pero debemos preguntarnos antes de picotear si realmente es hambre lo que tenemos o es otra cosa.

4)      Un ritmo de vida acelerado.

Suele pasar que el trabajo, la escuela o las actividades del día a día no nos dejan suficiente tiempo para comer, por lo que se suelen elegir comidas rápidas y poco variadas a lo largo de la semana. Por la tarde, llega el deseo de picar algo dulce, incluso después de la cena.

Es importante planificar semanalmente, de manera inteligente, las comidas a realizar para que sean nutritivas y balanceadas. Preparar viandas  en casa o elegir opciones de restaurantes saludables es la mejor iniciativa para no caer en restaurantes de comida rápida con frecuencia.

 

No olvidar: comer despacio y saborear la comida. Te ayudará a tener menos apetito y a darte cuenta cuando estés saciado.

Lic. En Nutrición María Florencia Bernatene (UBA) MN: 7460

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