Cae el Sol en la ciudad de La Plata y la segunda presentación del día llega a su fin. Un centenar de flashes se apilan en los alrededores de la pileta del Country de Estudiantes de La Plata capturando instantáneas, sonrisas y autógrafos que tienen como destinatarios a jóvenes nadadores que, como quien admira a ese juguete que está a una vidriera de distancia, observan a dos monstruos de la natación latinoamericana.

Los multicampeones y olímpicos José Meolans y César Cielo finalizaron una jornada que tuvo todos los condimentos que prometía y que, en apenas unas horas, seguramente se replique en la pileta del Balneario Poseidón. Antes de comenzar su viaje hacia nuestra ciudad, José Meolans se tomó unos minutos para dialogar en exclusiva para NdeN.

-¿Cuál fue el balance de estas 2 primeras clínicas y qué podemos esperar los necochenses para mañana?

- Esperamos, realmente, que salga todo muy bien como hasta ahora. Estamos muy contentos, conformes y satisfechos. Han sido dos jornadas con presentaciones muy lindas que la gente ha disfrutado siendo eso lo más importante y, un poco, el objetivo de todo esto. Que la gente aprenda y que se lleve una imagen positiva, que lo escuche a César (Cielo), que lo vea, porque no es algo de todos los días.

- ¿Cómo surge esta idea de las clínicas? Comentaba Eduardo Otero que todo surge en Necochea.

- Es verdad, nació todo en Necochea, con la idea de llevarla también a Mar del Plata (donde estarán el día sábado 21). Después se fueron sucediendo las sedes de La Plata y Almirante Brown. Yo me puse a hablar con César después de haberme juntado con Eduardo y de haber planeado un formato de clínica que no sea como suelen ser habitualmente este tipo de encuentros, sino que buscando algo que sea dinámico, con la idea que los chicos puedan ver a un multicampeón y deportista de elite. El tema de tener un nadador como César no es algo de todos los días.

- ¿En qué consiste la clínica que van a dar en Necochea?

- Al igual que como ha sido en estas que venimos dando, la idea es que los chicos puedan ver nadar al Usain Bolt de la natación, que puedan aprender un poco de su técnica, sacarse cualquier duda que les surja. Siempre decimos que estas clínicas son como reuniones de terapia, donde charlamos, los chicos hablan y dicen cosas que uno nunca creería escuchar a pesar de tener a sus profes adelante. Van a poder ver en detalle cómo trabaja un deportista de elite, cómo hace la patada, el giro o “virajem” como le dice César. Y para cerrar, hacemos una competencia de velocidad entre nosotros, esperando que me deje ganar.

- ¿Los chicos aprenden cuando los ven a ustedes, los imitan? ¿Se puede imitar un movimiento aprendido en una clínica?

- Imitar, no. Yo creo que cada uno tiene su propio estilo. Sí hay técnicas y parámetros que cada uno debe seguir, pero después el estilo es personal de cada uno. Me parece que nuestra referencia puede ser más como un motivo, como un mensaje de que se puede. Eduardo, arrancó a nadar teniendo 12 años, y la idea a transmitir es esa, que si bien nuestro principal rival siempre es el reloj, nunca es tarde para empezar ni para dejar de intentar. Tenemos referentes en la natación, en cada uno de los deportes y creo que tenemos que tratar de imitarlos.

- ¿Estamos cerca de conseguir un César Cielo para nuestra natación?

- No es fácil, de hecho Brasil estuvo mucho tiempo para esperar un oro olímpico en la natación, y fue César después de muchísimo tiempo quien se lo pudo dar. Pero ojalá. Hoy Federico Gabrich es nuestro representante argentino con más chances y que nos tiene ilusionados con las competencias internacionales que se le vienen y ojalá que pueda tener buenas actuaciones.

El secreto es entrenar, esforzarse, dedicarse, tener conducta. De esa manera, entiendo, es mucho más fácil alcanzar los objetivos.

- Tenes un amigo necochense que se metió en política, ¿vos tenés pensado tirarte a la pileta también?

- (Risas) No, lo mío está vinculado al deporte. Es lo más cercano, lo que me gusta y me siento más identificado con eso.