miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº2761

Opinión | 13 mar 2017

El fin de una época: crónica de una de las 500 mil personas que estuvo en Olavarría el sabado 11/3/17

Las rutas de Olavarría estuvieron colapsadas durante todo el domingo, a paso de hombre durante muchas horas; por esa cuestión decidimos volver el lunes, y recién vuelto a mi casa es hora de sentarse a escribir, por necesidad y por pedidos. Por Ramiro Laterza, periodista de Nden, asistente al recital en Olavarría.


Sin embargo, es muy fuerte lo vivido estas 40 hs, es mucho lo escuchado y leído, no hay mucho para aportar. Solo contar cómo lo vivi yo.

De los últimas tres veces que fui a ver al Indio hay denominadores comunes: un pogo agresivo pero solidario con los que se caen, alcohol durante todo el día (incluso se vende también adentro del predio), gente aspirando cocaína a un costado a cualquier hora, pibes que caminan cientos de kilómetros durante días mientras no los "levante" algun camionero solidario o camioneta, que están 3 o 5 días sin dormir, quizás sin comer, y que recién pasado el recital empezarán a pensar cómo volver. Así, todos los ricoteros tenemos alguna de estas características, y algunos las tienen todas.

Todo eso son los recitales del Indio desde siempre, desde que comenzó su carrera solista en el 2005 en el Estadio Único de La Plata, hasta este sábado, con la diferencia que año a año se suman cada vez más personas, 50 mil o 100 mil más cada recital. Y con la premisa siempre de que desde que el Indio volvio a los escenarios, es mucho mejor que nos cuidemos entre nosotros, no queremos ver a la policía "cuidándonos".

Mi experiencia el sábado fue de estar muy bien todo el día, la caravana al predio también, una gran familia festejando, ningún clima "raro" ni tenso. Entramos más temprano que siempre, 19hs; al igual que el año pasado en Tandil tampoco nos pidieron las entradas, nos acomodamos en un lugar medio del predio y esperamos ahí dos horas y media, fuimos hasta la cantina, pasamos por los baños químicos, etc.

Cuando en el tercer tema el Indio frenó y pidió que atendieran a un pibe que estaba tirado adelante, y luego continuó cantando, ya no fue lo mismo. Ya nos sentíamos apagados, preocuados por la gente de adelante, y se notaba que el Indio cantaba también sin ánimo, solo para terminar, llegar Ji Ji Ji y a otra cosa mariposa, no la estaba pasando bien viendo lo que sucedía ahí adelante.

Así fueron pasando las canciones, se notó que sacó varios rocanroles de la lista y dejó algunos otras canciones más tranquilas, entre tema y tema se lo escuchaba lejos del micrófono quejarse por la falta de rescatistas, él ya notaba que su producción amiga le estaba jugando una mala pasada.

Y con ese apague y preocupación terminó lanzando los temas para cerrar el recital, "para bailar un poquito", e hicieron Ji ji ji enganchado con Mi perro dinamita. Finalizado el último acorde se fue y no hubo ni el "valsecito del final" que siempre suena ni los fuegos artificiales, solo un hombre tipo "voz del estadio" que solamente dijo: los niños perdidos están en la Torre 5, salgan despacio que están todas las puertas abiertas", y la producción dejó la salida en manos de la gente...

En la salida la complicación fue grande (como ya se dijo y como también pasó en los shows anteriores), ni un cartel del señalización, ni una persona que explique por dónden quedan las puertas, simplemente todos seguíamos al de adelante hasta que se trababa la marea humana y alguien veía que ahí no había puerta. Solo la auto organización de la gente, mezclado con desesperación, hizo que de a poco vayamos pudiendo salir. Cientos de paneles de madera que cercaban el lugar al comienzo se transformaron en celdas, ahí sí nos sentimos completamente abandonados por la producción del evento. No eran necesarios policías, sino quizás espacios de salud, o gente que conozca el lugar y nos guíe, o aunque sea unos buenos carteles o una voz del estadio más generosa.

Una vez en las amplias calles de Olavarría, la caminata fue tranquila, sin problemas, los lugareños nos guiaban de las 30 cuadras hasta el hospedaje, y recien a las 2 am al irnos a dormir, alguien dijo "dicen que hubo 11 muertos". Al día siguiente, con el celular recargado, responder los mensajes de preocupación y empezar a ver la máquina destructora de realidades de los medios masivos, los comentarios desfasados de la realidad en facebook, las políticas públicas de verguenza de la Municipalidad, etc.

Simplemente una crónica de mi modo de vivir esta noche histórica, triste por los pibes muertos y por la basura mediática, por el fin de una época; y emocionados por dos días de amistad, asado y mística ricotera. Ni siquiera creo que la Justicia pueda hacer justicia, me parece que muchas veces los fenómenos culturales no tienen una explicación, lógica, nadie sabe cómo se genera y cómo funciona el fenomeno Indio, ni siquiera él mismo. 

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