Este sábado se cumplen 15 años de la segunda desaparición forzada de Jorge Julio López, militante social en los años ’70, vecino de Los Hornos, La Plata y sobreviviente del genocidio de la última dictadura y testigo clave en el emblemático juicio contra el represor Miguel Osvaldo Etchecolatz en 2006.
Con una causa judicial totalmente paralizada, sin líneas de investigación concretas y sin imputados, en la ciudad se volverá a oír en las calles el reclamo de justicia y el señalamiento de los responsables.
A las 15hs está convocada la movilización de la Multisectorial La Plata-Berisso-Ensenada, espacio que reúne a organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, que se conformó precisamente a raíz de la desaparición de López y que durante todos estos años mantuvo la movilización en cada aniversario y la memoria permanente del testigo desaparecido.
La marcha tiene previsto recorrer el centro de la ciudad, pasando por los tribunales federales de 8 y 51 para finalizar en Plaza San Martín, con un acto frente a Gobernación.
A su vez, más temprano, al mediodía, se realizará una actividad en el Sitio de Memoria Ex Comisaría 5ta, uno de los lugares en donde López fue torturado mientras estuvo secuestrado durante la dictadura Militar. Además, a las 15hs se presentará un mural realizado por Hij@s Berisso, en calle Montevideo y 8. También esa ciudad se realizará una actividad a las 16hs en la plazoleta de 18 y 156.
Acá falta López
El 18 de septiembre de 2006 se tenía que leer el alegato de la querella en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, Director General de Investigaciones de la Policía Bonaerense entre 1976 y 1979, y el principal testigo de la causa: Jorge Julio López, nunca llegó al Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata donde se desarrollaba el juicio. Nunca más se supo de él.
Jorge Julio López había sido secuestrado, detenido y torturado durante la última dictadura cívico militar. Era albañil, vivía desde muy joven en Los Hornos, militante de la Juventud Peronista y Montoneros en la década del ´70. Sobrevivió a las torturas en los Centros Clandestinos de Detención del “Pozo de Arana”, Comisarías 5° y 8° de La Plata y luego estuvo detenido “legalmente” en la Unidad 9, hasta que fue liberado en junio de 1979.
Guardó en su memoria cada detalle de lo que vivió, para poder hacer justicia. Con un testimonio contundente y valiente, fue un testigo clave para una sentencia histórica: Etchecolatz fue condenado a reclusión perpetua en el marco de la figura de Genocidio.
Desde hace 15 años su familia, amigos, organismos de derechos humanos, organizaciones políticas y sociales piden saber qué pasó con él y exigen justicia.