El objetivo de la lectura colectiva fue visibilizar la importancia de que se devuelva el espacio físico a la Sala infantil, que fue cerrada en febrero de 2017 y todos sus elementos, trasladados a un lugar mucho más pequeño, junto con la Sala de adultos, a la que por el mismo motivo también se le quitó espacio.
Cada lector que concurrió esa tarde, se sentó a leer, en similitud a "Farenheit 451" de Ray Bradbury, en la que ante la desaparición de los libros, las personas memorizaban uno y podían transmitirlo. De este modo se hizo presente un numeroso grupo de libros vivientes en el lugar donde los libros deben volver, el lugar en el que se quitaron los libros de los más pequeños, el lugar que le pertenece a la Sala infantil.
Se han realizado distintos pedidos desde el grupo de Socios y amigos de la Biblioteca Popular Andrés Ferreyra, a la Comisión, sin ninguna respuesta.
“Cuando una biblioteca desaparece, cuando una librería cierra sus puertas, cuando un libro se pierde en el olvido, los que conocemos este lugar, los guardianes de los libros, nos aseguramos de que llegue aquí”, citaron, del libro "El cementerio de los libros olvidados", de Carlos Ruiz Zafón