Si bien es usual el hallazgo de fósiles en estos acantilados, los cuales fueron estudiados por el mismo Florentino Ameghino desde hace más de 100 años, aún siguen apareciendo algunas novedades”, indicaron desde el Museo.
A esto le sumaron que “en este caso en particular se han hallado junto a los restos óseos, centenares de pequeños huesitos del tamaño de garbanzos, los cuales formaron un escudo flexible debajo de la piel de estos animales, que los defendía de los predadores o de sus propios congéneres, ya que estaban provistos de grandes y agudas garras”.
Desde el Museo agregaron que “debido a que los restos han sido extraídos dentro de bloques de terreno aún no se pudo establecer exactamente la especie, pero se tiene alguna idea. Hay que recordar que las tareas de limpieza en el laboratorio son bastante arduas, especialmente cuando se trata de material muy frágil como en este caso”.
Los trabajos de campo fueron realizados por Mariano Magnussen, técnico del museo, colaboradores y estudiantes de la Tecnicatura en Paleontología que se dicta en esta localidad balnearia.