En un tramo del fallo al cual accedió NdeN de más de 45 páginas los jueces expresan que :
"Criticó que omitiera el fiscal investigar con objetividad y profundidad los hechos y la participación que en ellos le cupo al Dr. Bibel, quien ordenó el archivo las actuaciones el mismo día en que le fuera requerido, teniendo en cuenta “las abundantes medidas llevadas a cabo” -pese a que, como antes dijo, nada se había avanzado con respecto a la primera hipótesis delictiva (vinculada con la adjudicación a un consorcio de sociedades privadas, entre las que se encontraría Financial Net Sociedad de Bolsa S.A., de la construcción de una terminal de granos por U$S 60.000.000 y su explotación como concesionario por el término descripto), y poco y nada se había instruido en relación con la operación bursátil por la que Roberto Florentino Porcaro presuntamente recibió un pago, a través de bonos del Estado, para hacer valer su influencia sobre funcionarios públicos, con el fin de que seconcretara la adjudicación y que se podría haber tratado, además, de una maniobra destinada al lavado de activos a través de esa operación de título.-"
El caso empezó en el 2012 cuando De Gregorio, como presidente del consorcio de puertos de Quequén, otorgó sin licitación una concesión para construir un elevador de granos en ocho hectáreas ubicadas en la boca del puerto denominada “Sitio 0″, donde se cargan los buques que vienen desde el exterior. Es un contrato por casi 50 años, a cambio de obras por 60 millones de dólares.
La empresa concesionaria habría sido creada diez días después de recibir la concesión. Se llama “Sitio 0 de Quequén SA” y entre sus socios “aparecen Financial Net., Alea y Cia, E-Grain, Lartirigoyen y Cia, y A&J Nari”.
Por eso, en el expediente FMP 2492/2013 se inició una investigación. Se puso el ojo en la irregular adjudicación de una obra pública en el Puerto de Quequén y concesión de su explotación a un consorcio de sociedades privado -entre las cuales se encontrara la firma Financial Net Sociedad de Bolsa S.A-, sin licitación o compulsa de precios, en violación a la ley de contrataciones del Estado.
También se investigó la supuesta recepción de un pago por un millón de dólares por parte de Roberto Florentino Porcaro, operador político del Frente para la Victoria y de su esposa, Patricia Sirvente, a través de bonos del Estado, para hacer valer su influencia sobre los funcionarios públicos a cargo de la administración del puerto, con el fin de que se concretara la contratación.
Además, se investigó un posible lavado de dinero, a raíz de que los títulos de deuda soberana con los que se habría efectivizado el pago a Porcaro tendrían un origen ilícito.
Los bonos, que pertenecerían a la empresa Helvetic Services Group S.A., mencionada en la causa de “La ruta del dinero K” y el lavado de dinero de Lázaro Báez, habrían sido transferidos a Porcaro por sus representantes, Jorge Chueco y Néstor Marcelo Ramos (mencionados tabién en la causa Báez), y la operación habría sido llevada a cabo por intermedio de la firma Financial Net Sociedad de Bolsa S.A., cuyo presidente resultaba ser Carlos Honorio Mocorrea.
De acuerdo a la denuncia, desde que fue recibida la causa FMP 2492/2013 en el Juzgado Federal de Necochea, el fiscal federal no habría encaminado las medidas de prueba pertinentes y conducentes para el esclarecimiento de los hechos, sino que, al contrario, habría incurrido en un actuar deficiente para direccionar las actuaciones a su archivo, temperamento éste que fue adoptado por el juez Bibel, quien se basó para ello principalmente en el dictamen desestimatorio del acusador.
Ahora, los jueces de casación entendieron que las cuestiones que la Cámara pretendió tener por acreditadas a fin de dictar los sobreseimientos dispuestos en el caso que se investiga la irregular instrucción de la causa se presentan controvertidas y deben ser suficientemente analizadas a la luz de las pruebas obrantes en la causa y del resultado que pudieran arrojar aquellas medidas probatorias propuestas por la acusación, permitiendo de este modo esclarecer lo ocurrido previo resolver la situación procesal de los encausados.
El juez Hornos consideró que también debía ser revocado el sobreseimiento de Eric Adler, quien durante la tramitación había designado como perito de parte por Porcaro y era pariente del fiscal General Adler. Sin embargo, por la decisión conjunta de los jueces Borinsky y Carbajo, su sobreseimiento quedó firme.
Porcaro inició su camino en la política en el radicalismo, donde fue secretario de Conrado Storani y llegó a ser titular de la Casa de Corrientes durante el gobierno de Ricardo Colombi. El juez Bibel casualmente no solo se pronuncia su nombre en esta causa, sino que también en su momento se excusó en otra causa relacionada al ámbito portuario: Pier Doce.
Fuente : La Nación y Fallo de Casación