La quema da la bienvenida al solsticio de invierno y través del fuego se queman y alejan las cuestiones negativas.
Se trata de una celebración pagana, cuyo origen está centrado en el cambio de estación.
El fuego purifica y quema lo viejo y malo, con el fin de dejar espacio a nuevas oportunidades y deseos.
La celebración tendrá también una romería con danzas vascas y comidas típicas abierta a la comunidad.