El enigma en torno a la desaparición de José Gabriel Pereyra, de 37 años, se profundiza a medida que pasa el tiempo. El marinero fue visto por última vez el pasado sábado, mientras el barco se encontraba a unas 110 millas al este de Puerto Madryn, en las cercanías de "Punta Ninfas". Desde entonces, no se ha logrado arrojar luz sobre lo ocurrido en altamar.
Las primeras hipótesis sugieren que Pereyra podría haber caído al agua debido a un "golpe de agua", el brusco impacto de una ola sobre el casco del barco, lo que le habría hecho perder el equilibrio y caer por la borda. Sin embargo, hasta el momento, ninguna teoría ha sido confirmada ni descartada.
La investigación, caratulada como "averiguación del paradero de Pereyra, José Gabriel", está en curso, y las autoridades trabajan para desentrañar los detalles de lo sucedido. La inspección del pesquero en todas sus áreas, incluyendo camarotes, sala de máquinas, bodegas y la cabina de tripulación, busca recopilar pistas que arrojen luz sobre el misterio que rodea la desaparición.
La situación es especialmente angustiante para los familiares del desaparecido, quienes, desde Necochea, claman por agotar todos los recursos posibles en la búsqueda y la investigación. Los hermanos de "Pepe" Pereyra ruegan por la pronta aparición del marinero, quien dejó tras de sí a su esposa Graciela y a sus dos hijos, José de 14 años y Noah de 8.
El pesquero "Nuevo Viento" ya estuvo involucrado en otra desaparición misteriosa en el año 2020, cuando su maquinista también desapareció en una travesía entre Mar del Plata y Puerto Rawson. Aquel caso quedó sin respuestas, lo que ha aumentado la preocupación de que esta nueva desaparición tenga un destino similar.
La comunidad marítima se encuentra consternada por este hecho, y varios marineros han expresado su solidaridad con la familia y compañeros de Pereyra. La vida en alta mar está llena de riesgos y desafíos, y cada vez que un miembro de la tripulación desaparece, se siente el dolor y la incertidumbre en toda la industria pesquera.
En los últimos días desde el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) señalaron que el marinero, de 39 años, comenzó a ser buscado el sábado después de que el capitán el barco “notara su ausencia a la hora del almuerzo e informara su desaparición” a la Prefectura.
Ante la solicitud de la familia de Ferreyra para una investigación exhaustiva, el juez Lleral tomó la medida de regresar el barco al puerto para la toma de declaraciones testimoniales. Aunque la tarea de búsqueda en el mar está garantizada con el despliegue del SAR (Búsqueda y Rescate), la incertidumbre sobre lo que ocurrió con Gabriel Ferreyra sigue latente y la esperanza de encontrar respuestas se mantiene viva gracias a los esfuerzos de investigación y búsqueda que están llevando a cabo las autoridades.