Hasta el lugar llegaron dos autobombas, una de nuestra ciudad y la otra de Quequén. Luego arribó un camión de obras sanitarias para brindar un mayor caudal de agua para apagar las llamas.
Los bomberos, junto a personal de Defensa Civil como de la Policía Bonaerense trabajaron en el lugar teniendo, en varias ocasiones, que ser atendidos y asistidos ante la cantidad de humo que había.
Lo importante es que no había ninguna persona en el interior. Sólo hubo perdidas materiales, entre ellos autos clásicos y antiquísimos.
Los bomberos rociaban el agua desde las veredas, donde estaban los vidrios estallados. Hasta que no salió más humo, pudieron levantar las cortinas y ver cómo estaba el malogrado local.