El horror de la víctima comenzó en la vivienda que compartía con su madre y el acusado. A medida que la menor crecía, enfrentó situaciones aberrantes que incluyeron llevarla a un hotel alojamiento y abusar de ella, incluso en un vehículo sobre la ruta 86. El agresor se aprovechaba de la excusa de recogerla después de sus salidas nocturnas, como se detalla en la denuncia.
La separación de la madre y el agresor no puso fin a las atrocidades, ya que retomaron su relación. Fue en marzo del año pasado cuando la valiente menor finalmente decidió denunciar los años de abuso que había sufrido.
De acuerdo con esta sentencia, el agresor estatal recuperaría su libertad cuando tenga más de 80 años. El Tribunal en lo Criminal Nº 1 emitió el veredicto condenatorio después de un juicio oral en el que se discutieron los siete delitos de los que se le acusaba al individuo. La víctima, durante esos años, enfrentó una situación de vulnerabilidad y convivencia con su agresor, elementos que fueron considerados en la investigación.
La Defensoría Oficial ha manifestado su intención de apelar esta decisión ante la instancia superior del Tribunal de Casación bonaerense, después de un análisis detenido de los fundamentos del fallo.
La pena de 28 años fue determinada por mayoría, con dos jueces votando a favor y uno por una pena ligeramente mayor. La Fiscalía Nº 10 de delitos contra la integridad física de las personas expresó su satisfacción con la sentencia y destacó el trabajo del Ministerio Público Fiscal, que presentó pruebas fundamentales durante el juicio oral.
Este caso es un recordatorio de la importancia de una justicia con perspectiva de género, que no tenga piedad en condenar a quienes perpetran actos aberrantes y que busque reparación para las víctimas a través de un proceso judicial justo y equitativo.