Más allá de las inquietudes en torno a la seguridad, lo que más irritó a los padres y madres fue la falta de comunicación en relación al incidente.Directivos se excusaron que era para "proteger a la víctima" aunque la respuesta no conformó. Mientras la víctima, acompañada de compañeros y amigos, pudo compartir su experiencia y desencadenar la denuncia, el resto de las familias se mantuvo en la oscuridad durante días, lo que les hizo sentir que sus hijos estaban en riesgo. La falta de notificación por parte de la escuela fue lo que más causó indignación, generando preocupación por la seguridad y la falta de previsión ante un hecho grave como este. Madres aducen haberse enterado por redes sociales del hecho atroz.
A pesar de la angustia que se vivió y el enojo en las asambleas suscitadas ayer, los padres y madres reconocieron el papel fundamental de adolescentes, quienes tejieron redes de apoyo, visibilizaron la situación y lideraron acciones de concientización. Sin embargo, el miedo es una constante.
Para abordar estas preocupaciones, padres, alumnos y autoridades trabajan en medidas concretas, como la reinstalación de cámaras de seguridad y la donación de nuevas. También se comprometieron a trabajar en conjunto desde el Consejo de Formación y Perfeccionamiento Docente y la dirección de la escuela.
Los estudiantes en asamblea pactaron que este viernes 10 de noviembre, cada grupo de alumnos exprese sus demandas y propuestas en relación a la seguridad en la institución y al hecho que desencadenó el conflicto. Estos aportes se analizaran en comisiones durante la jornada escolar y se espera que conduzcan a una política integral de cuidado y seguridad.