El Colegio de Nutricionistas bonaerense ofrece recomendaciones nutricionales para aquellos que enfrentan esta enfermedad. Mantenerse hidratado es esencial, ya que el agua transporta nutrientes y elimina toxinas del cuerpo, contribuyendo al funcionamiento óptimo del sistema inmune y previniendo la deshidratación, un síntoma común del dengue.
Asimismo, se aconseja consumir una variedad de frutas y verduras, ricas en nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico. En casos de náuseas, vómitos o diarrea, se recomienda consumirlas en preparaciones más suaves, como purés o compotas, para facilitar la digestión.
Las proteínas magras, presentes en alimentos como pollo, pescado, huevos y legumbres, son fundamentales para la producción de anticuerpos y otras proteínas inmunes. Se sugiere cocinarlos hervidos o a la plancha, evitando preparaciones con alto contenido de grasa. Por otro lado, se deben evitar el consumo de cafeína, alcohol y bebidas azucaradas, que pueden contribuir a la deshidratación y empeorar los síntomas.
Una dieta rica en fibra, proveniente de frutas, verduras, granos integrales y legumbres, beneficia la microbiota intestinal y fortalece el sistema inmunológico. Sin embargo, en casos de síntomas digestivos, se recomienda una alimentación baja en fibra, con alimentos de fácil digestión como arroz blanco.
Es importante evitar el consumo de alimentos con altas cantidades de grasas saturadas, como manteca y carnes grasas, ya que pueden dificultar la digestión. En cambio, las grasas saludables presentes en frutos secos, semillas y aceites de calidad crudos son beneficiosas para el sistema inmunológico.
Para los bebés, la lactancia materna es fundamental para su hidratación y fortalecimiento del sistema inmune. En casos de poco apetito, se recomienda realizar pequeñas ingestas de comida varias veces al día, siguiendo las indicaciones nutricionales proporcionadas.