Desde el escenario del Espacio Andes, Milei no perdió la oportunidad de despotricar contra sus enemigos, incluyendo diputados, gobernadores y hasta la cantante Lali Espósito. Con declaraciones contundentes, calificó al Congreso como "un nido de ratas" y culpó a los legisladores de la oposición por el fracaso de su proyecto de ley ómnibus.
El mandatario, enfocado en lo que él llama la "batalla cultural", no dudó en arremeter contra antiguos aliados, como Ricardo López Murphy, a quien tildó de "traidor". Su discurso, marcado por la confrontación y la agresividad verbal, generó revuelo entre los presentes y alimentó la polémica en las redes sociales.
Si bien no abordó temas económicos relevantes, Milei se jactó de haber alcanzado el déficit cero en enero, antes de lo previsto. Sin embargo, su atención se centró en denunciar lo que considera un sistema opresivo que "roba" a los argentinos.
La visita de Milei, más allá de sus exabruptos, se convirtió en un acontecimiento político en la región. Aunque sin agenda oficial, contó con la presencia de funcionarios y dirigentes de partidos de la oposición, así como de algunos gobernadores que mantienen una buena relación con el gobierno central, como Gustavo Valdés de Corrientes.