El error fue producto de una cadena de fallas en la comunicación entre organismos oficiales y periodistas, que llevó incluso a que se ordenara una autopsia y se notificara al Centro de Atención a la Víctima municipal sobre el supuesto deceso. Según confirmaron fuentes oficiales, Liani continúa internada en una clínica privada luego de ser trasladada desde el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA).
El diario La Capital de Mar del Plata fue el primero en publicar el falso fallecimiento, tanto en su edición impresa como digital. Más tarde, debió rectificar y emitir una disculpa pública a la familia de Liani y a sus lectores. En su nota de aclaración, reconocieron que el error surgió por datos erróneos proporcionados por fuentes oficiales y lamentaron profundamente el daño causado.
Necochea obviamente no fue la excepción y varios que trabajan de copiar y pegar difundieron sin la mínima confirmación.
Este caso puso nuevamente en el centro del debate la responsabilidad de los medios de comunicación a la hora de informar sobre hechos sensibles, en particular cuando se trata de vidas humanas y tragedias personales. También expuso la excesiva confianza en fuentes oficiales y la falta de una verificación rigurosa antes de publicar.
La familia de Yanina Liani vivió no solo la angustia del accidente, sino también la indignación de enfrentar una noticia falsa que indicaba la muerte de su ser querido. La experiencia resalta la importancia del compromiso ético en el periodismo, donde la velocidad nunca puede estar por encima de la verdad.