La causa que pesa sobre él incluye los delitos de lesiones leves calificadas y amenazas contra su expareja, quien también es abogada y madre de su hija. El caso generó impacto en el ámbito judicial local, ya que el acusado se desempeñaba como funcionario del Ministerio Público, lo que llevó a fiscales de Necochea a excusarse de intervenir por tratarse de un colega.
Ante esa situación, la Procuración General decidió designar un nuevo fiscal en este caso el fiscal Diego Torres del Departamento Judicial de Bahía Blanca.
La audiencia de debate oral había sido fijada para el pasado 11 de abril, pero Acosta no se presentó. Como consecuencia, fue declarado en rebeldía, se ordenó su captura nacional y se emitió una prohibición de salida del país.
La delegación bahiense de la Policía Federal comenzó a seguir pistas que lo ubicaban en la Ciudad de Buenos Aires, donde finalmente fue localizado luego de días de tareas encubiertas y de vigilancia.
Ahora que fue capturado, Acosta será trasladado a la jurisdicción correspondiente para que finalmente pueda enfrentar el juicio por los hechos que se le imputan, y que fueron denunciados en el marco de la Ley 26.485 de protección integral a las mujeres.
La detención representa un nuevo capítulo en una causa que ha expuesto las dificultades del Poder Judicial para juzgar a sus propios funcionarios cuando son acusados de violencia de género.