Los estudiantes de 4º grado de Primaria y de 1º y 2º año de Secundaria fueron los encargados de plantar cerca de 50 ejemplares de membrillos y álamos en el parque. La jornada comenzó con una charla educativa, brindada por el equipo de Guardaparques, que explicó a los estudiantes la importancia de los árboles en los ecosistemas y las buenas prácticas para su cuidado y preservación.
El director de Guardaparques, Julián Zugazúa, participó activamente en la organización de la actividad, destacando la relevancia de este tipo de iniciativas para sensibilizar a los jóvenes sobre el cuidado del medio ambiente.
Un esfuerzo colaborativo
La jornada fue posible gracias al trabajo conjunto entre los Guardaparques y la Mesa de Consenso del Parque Miguel Lillo, un espacio de colaboración que reúne a diversas organizaciones locales comprometidas con la conservación del parque y la promoción de la sostenibilidad en la ciudad.
En este sentido, Juan García, referente de Ciudad Frutal y miembro de la Mesa de Consenso, destacó la experiencia de la jornada: “Tuvimos un clima ideal para la actividad y fue muy positivo encontrarnos un sábado para plantar juntos. Lo hicimos en equipo, con los alumnos, los guardaparques y voluntarios, y el resultado es muy valioso: dejamos un aporte al parque y, sobre todo, a las nuevas generaciones”, expresó García.
Consolidando la conciencia ambiental
El trabajo en equipo fue fundamental para el éxito de la actividad, que involucró a voluntarios y personal municipal en el proceso de plantación y organización. Más allá del impacto visual y ecológico de los árboles plantados, la jornada también se enmarca en un esfuerzo más amplio para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la preservación ambiental y la educación ambiental.