Dentro de ese total, 565.821 hogares (2.051.984 personas) se encuentran en situación de indigencia, es decir, el 6,9% de la población, según el mismo informe oficial.
El Indec detalla que la pobreza retrocedió 6,5 puntos porcentuales en personas y 4,5 en hogares respecto al segundo semestre de 2024, cuando se encontraba en 38,1% y 28,6%, respectivamente. La indigencia mostró una baja de 1,3 puntos en personas y 0,8 en hogares, frente al 8,2% de personas y 6,4% de hogares reportados a fines del año pasado.
En el primer semestre de 2024, los primeros meses de la gestión de Javier Milei, la pobreza había alcanzado 52,9% de las personas y la indigencia 18,1%, reflejando la situación heredada del gobierno anterior y los efectos iniciales de la devaluación.
En el Gran Buenos Aires, donde viven más de 16 millones de personas, la pobreza fue del 31,5% de los individuos y del 24,7% de los hogares. La desigualdad entre la Ciudad y el Conurbano fue marcada: en CABA afectó al 15,1% de las personas, mientras que en los partidos bonaerenses se elevó al 35,3%.
La indigencia también mostró diferencias: en la Ciudad se ubicó en 3,5%, mientras que en el Conurbano alcanzó al 8,8%.
En otros aglomerados urbanos de la provincia, los niveles de pobreza e indigencia variaron: Gran La Plata 35,2% (8% indigencia), Mar del Plata 27,5% (6,4%), San Nicolás-Villa Constitución 34,5% (8,7%) y Bahía Blanca-Cerri 23,5% (7,4%).
El Indec informó que el ingreso familiar promedio de los hogares pobres fue de $671.492, mientras que el costo de la canasta básica total fue de $1.065.691. Esto refleja una brecha del 37% entre ingresos y necesidades básicas para superar la línea de pobreza.
Si bien los indicadores muestran una mejora respecto al cierre de 2024, los datos evidencian que millones de argentinos siguen en situación de vulnerabilidad, con diferencias marcadas entre regiones y grupos socioeconómicos.