Durante la jornada, los trabajadores denunciaron un vaciamiento de la planta, con camiones retirando materia prima e insumos, lo que aumentó la incertidumbre sobre el futuro de la fábrica y de los empleados.
El hecho derivó en una audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense, convocada inicialmente por atrasos en el pago del medio aguinaldo. Sin embargo, la reunión se centró en la situación crítica de los empleados y la falta de garantías sobre sus derechos e indemnizaciones.
Desde la CGT Regional Chascomús, expresaron su solidaridad con los trabajadores y criticaron las políticas económicas del gobierno de Javier Milei, que —según indicaron— impactan directamente en la producción, el consumo y el empleo local. “Nuestra solidaridad con los compañeros que se quedaron sin su trabajo en forma abrupta e injustificada, sumiendo a sus hogares en la incertidumbre y la angustia”, señalaron.
Historia de la empresa
Tía Maruca fue fundada en 1998 por Alejandro Ripani y creció ofreciendo sus productos en kioscos mediante exhibidores de estilo casero. En 2017 adquirió la planta Dilexis en San Juan, donde fabricaba algunas marcas de Pepsico, y en 2024 Argensun Foods compró el 50% del capital accionario, obteniendo el control de la compañía.
La fábrica de Chascomús era una de las cinco plantas de producción de Tía Maruca, con capacidad para 15 mil toneladas. La empresa enfrentaba problemas financieros desde 2022, con atrasos en sueldos y situaciones de concurso preventivo. Este cierre se suma a la paralización parcial de la planta de San Juan en agosto de este año, que afectó a 300 empleados.
El episodio dejó a casi 30 familias sin ingresos y reavivó el debate sobre la estabilidad laboral en el sector alimenticio. Los trabajadores y la comunidad local exigen respuestas y la intervención de las autoridades para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales.