“Si Milei no gana, no seremos igual de generosos con Argentina”, afirmó el republicano ante la prensa, acompañado por el mandatario argentino. “Nuestra aprobación depende de quién gane la elección. Si gana un socialista o un comunista, no vamos a invertir. Si él pierde, no vamos a ser generosos con Argentina”, reiteró, en alusión a una posible victoria de la oposición peronista.
Trump elogió al presidente argentino y aseguró que “Milei ha hecho un gran trabajo, tiene unos buenos números de popularidad, pero después de esto van a ser aún más altos”. También se mostró dispuesto a avanzar en un acuerdo de libre comercio: “Queremos que Argentina se beneficie, y nosotros también nos vamos a beneficiar de ese éxito. Es un gran país que tiene un gran potencial con un buen liderazgo, y ahora lo tiene”.
Por su parte, Milei agradeció el respaldo y destacó que el acuerdo de intercambio de divisas “abre una ruta que nos permite transitar tranquilos y demostrar al mundo que las ideas de libertad funcionan”. Además, felicitó a Trump “por su rol clave en el cese al fuego en Gaza” y definió el encuentro como “un paso histórico en las relaciones entre ambos países”.
Sin embargo, los dichos del presidente estadounidense generaron preocupación inmediata en los mercados. Los bonos argentinos bajo ley de Nueva York cayeron hasta un 7%, y la Bolsa de Buenos Aires, que había comenzado el día con números positivos, cerró en baja.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reforzó el mensaje: “Confiamos en que el partido del presidente Milei tendrá buenos resultados en las elecciones. Esta ayuda se basa en políticas sólidas. Volver a las políticas fracasadas haría que Estados Unidos reconsiderara su postura”.
Desde Buenos Aires, el vocero presidencial, Manuel Adorni, intentó calmar el clima político y financiero: “Si Argentina siguiera la senda del socialismo o retrocediera en 2027, nada de esto pasaría y volveríamos atrás”, escribiendo en su cuenta de X que las declaraciones de Trump se referían a las elecciones presidenciales futuras, y no a los comicios legislativos de este mes.
El gobierno libertario llega a esta instancia electoral en un contexto de alta tensión económica, sin reservas en el Banco Central y con una oposición fortalecida luego de la victoria del peronismo en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof —a quien Milei llama “enano comunista”— emerge como figura nacional.
Para Milei, el respaldo financiero de Estados Unidos representa una bocanada de oxígeno, pero también una señal de dependencia política. Como dijo Trump en la Casa Blanca: “Esta no es la primera vez que ayudamos a Argentina. Ya lo hicimos con Mauricio Macri, pero queremos ver resultados. Si Milei gana, vamos a ser de mucha ayuda; si no gana, no vamos a perder nuestro tiempo”.