La iniciativa fue organizada por la Dirección de Guardaparques del municipio junto al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Durante la semana se desarrollaron clases teóricas en la sede de la Asociación Civil Veteranos de Malvinas Necochea, y este jueves se realizó un simulacro en sectores del Parque Miguel Lillo, donde los equipos practicaron distintas estrategias de control del fuego.
El director de Guardaparques, Julián Zugazúa, explicó que la jornada permitió poner en práctica los conocimientos adquiridos y preparar al personal ante posibles emergencias forestales. “Hoy nos tocó una jornada de trabajo práctico, con distintas técnicas de combate ante incendios forestales. Se dividieron en grupos para representar distintos escenarios que pudieran tener posibles siniestros del ámbito forestal”, detalló.
Zugazúa advirtió además sobre las condiciones climáticas adversas que se esperan para los próximos meses. “Este tipo de formación permite tener al personal capacitado y familiarizado con las herramientas para dar una respuesta más efectiva desde la previa del verano, que de por sí, de acuerdo a los partes meteorológicos, va a ser complicado, con ausencia de lluvias, seco y con material combustible predispuesto para su ignición y fácil propagación”, señaló.
El curso fue solicitado por el municipio a la Superintendencia Siniestral y dictado por instructores de la Brigada Forestal bonaerense, con experiencia en incendios rurales y de monte. Participaron agentes de Necochea, Villa Gesell, Mar del Plata y otras ciudades de la región.
Durante el simulacro se trabajó en técnicas de combate directo e indirecto, uso de herramientas manuales, confección de cortafuegos y coordinación interinstitucional. Estas prácticas buscan garantizar una respuesta más eficiente y articulada ante posibles focos de incendio, especialmente en el Parque Miguel Lillo y zonas rurales del distrito.
Desde la Municipalidad destacaron que estas acciones forman parte del plan local de prevención de incendios forestales, orientado a minimizar riesgos en un escenario de sequía prolongada y temperaturas elevadas previstas para la temporada estival.