Desde la Asociación Vecinal Playas del Quequén remitieron cartas y denuncias formales a diferentes autoridades: al presidente del CONICET, al intendente Arturo Rojas, a la Fiscalía General de Necochea, al Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología de la Nación, y también difundieron una carta abierta a la comunidad.
En ellas, advierten sobre la posible privatización encubierta de espacios públicos y exigen saber bajo qué condiciones y con qué permisos se están realizando las obras.
“Resulta inadmisible que se inicie una construcción en terrenos que son bienes públicos —tierras ganadas al mar, bajo dominio originario de la Provincia de Buenos Aires— sin la debida autorización formal del Estado provincial ni la intervención de las áreas competentes en Obras Públicas, Planeamiento Urbano o Medio Ambiente”, expresa una de las misivas.
Los vecinos aseguran que se trata de una “ocupación indebida” y que el accionar vulnera múltiples normas provinciales y nacionales, entre ellas la Ley 8912 de Ordenamiento Territorial, la Ley 11.723 de Medio Ambiente y el artículo 248 del Código Penal, que tipifica el incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Además, remarcan que se detectó la presencia de una cooperativa de trabajo vinculada a la Municipalidad de Necochea, a cargo de tareas en el predio, lo que confirma las declaraciones sobre una posible maniobra para instalar una playa de estacionamiento durante la temporada de verano.
El foco de la polémica es el predio donde hace más de cuatro décadas se proyectó la construcción de la Estación Hidrobiológica de Quequén, obra que quedó inconclusa y abandonada.
En declaraciones a Ecos Diarios, el actual director del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), Luis Cappozzo, confirmó que el museo busca “poner en valor” ese predio:
“Vinimos para comenzar a poner en valor nuestro predio de 6.000 metros cuadrados en la playa”, explicó Cappozzo, y agregó que “durante el verano se instalará un estacionamiento de automóviles que gestionará una cooperativa dependiente del municipio, cuyos recursos servirán para reforzar la puesta en valor de la estructura”.
La superficie mencionada —6.000 metros cuadrados— generó aún más preocupación entre los habitantes de Quequén.
Desde la Asociación Vecinal calificaron esas declaraciones como “alarmantes” y hablaron de un “curro a cielo abierto”:
“El Estado no puede hacer lo que quiere. Si lo hace, también el ciudadano tiene derecho a hacer lo que quiera. Y si eso ocurre, ya no hay Estado, solo desorden”, advirtieron.
La denuncia presentada ante la Fiscalía solicita que se investigue la legalidad de las obras, que se pidan informes a la Municipalidad de Necochea, al Ministerio de Ambiente, al Ministerio de Infraestructura bonaerense y al CONICET, y que se preserve el frente costero hasta determinar responsabilidades.
También se pide evaluar posibles infracciones penales y administrativas, e incluso el resarcimiento económico para la comunidad por los daños y el abandono de las estructuras durante más de 45 años.
Mientras tanto, el panorama en la costa quequense habla por sí solo: estructuras deterioradas, escombros, hierros oxidados y sectores cerrados que alguna vez fueron pensados para la ciencia y la educación, hoy convertidos en un símbolo del abandono estatal y la falta de control.
Los vecinos no descartan movilizarse nuevamente si no obtienen respuestas oficiales en los próximos días.
“La costa no se vende, la costa se defiende”, repiten como consigna quienes reclaman transparencia, participación y respeto por los espacios públicos.