El proyecto fija gastos y recursos por $103.113.179.133, frente a un presupuesto 2025 que rondó los $79.000 millones. La diferencia implica un incremento superior al 30% en términos nominales, aunque del análisis del texto presupuestario surge que este crecimiento no se traduce en una mejora real del margen financiero del Municipio, sino que responde principalmente al impacto inflacionario y al aumento sostenido de salarios, energía, combustibles, insumos médicos y costos operativos generales.
La comparación interanual permite observar que el Presupuesto 2026 no amplía sustancialmente la capacidad de intervención del Estado local, sino que busca preservar el funcionamiento básico de los servicios. La mayor parte del aumento nominal se explica por la necesidad de actualizar partidas para sostener estructuras existentes, más que por la incorporación de nuevas políticas públicas o grandes proyectos de infraestructura.
Esta lógica atraviesa todo el proyecto y se refleja tanto en el origen de los recursos como en la distribución del gasto.
El Presupuesto 2026 se financia de la siguiente manera:
$61.390.197.656 de origen municipal (59,5%)
$41.722.980.476 de origen provincial (40,5%)
El total alcanza los $103.113.179.133 proyectados.
En términos concretos, casi seis de cada diez pesos que gastará el Municipio en 2026 deberán recaudarse localmente, principalmente a través de tasas municipales, derechos y contribuciones. La Provincia continúa siendo el principal sostén externo, mientras que los aportes de origen nacional son prácticamente inexistentes, un factor que condiciona de manera directa la planificación de obra pública de mayor escala.
La estructura del gasto presenta una fuerte concentración en áreas operativas, con escaso margen de maniobra para reasignaciones. La distribución por jurisdicción es la siguiente:
Planeamiento, Obras y Servicios Públicos: $35.345.596.846 (34,3%)
Salud: $23.407.245.422 (22,7%)
Gobierno: $13.568.980.661 (13,1%)
Desarrollo Humano y Políticas Sociales: $7.847.108.240 (7,6%)
Deuda Pública: $6.492.468.033 (6,3%)
Ente Vial: $6.111.000.000 (5,9%)
Hacienda: $2.748.562.320 (2,6%)
Turismo y Desarrollo Productivo: $2.501.187.080 (2,4%)
Intendencia: $1.965.290.662 (1,9%)
Concejo Deliberante: $1.845.034.301 (1,8%)
Legal y Técnica: $1.380.705.563 (1,3%)
Solo Obras Públicas, Salud y Gobierno concentran más del 70% del gasto total, una proporción que se mantiene estable respecto de ejercicios anteriores y que refleja una estructura presupuestaria rígida, dominada por salarios, contratos, mantenimiento urbano y prestación de servicios esenciales.
Con más de $35.345 millones, el área de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos vuelve a ser la de mayor asignación presupuestaria. Sin embargo, el análisis del texto oficial muestra que el foco no está puesto en la expansión de infraestructura, sino en el mantenimiento y la continuidad de obras en ejecución.
Durante 2025, el Ejecutivo detalla como obras realizadas o finalizadas:
el Jardín de Infantes N.º 919,
el Centro Integrador Municipal,
la Comisaría de Quequén,
obras en el Hospital Municipal Ferreyra (maternidad y esterilización),
nuevas plazas,
recambio de luminarias LED,
ampliaciones de redes de agua potable,
refacciones en edificios municipales, jardines y espacios culturales.
Para 2026, el presupuesto prevé:
mantenimiento, bacheo y reconstrucción de la red vial urbana y rural,
obras financiadas por la Tasa Solidaria para el Mantenimiento Diferenciado de la Red Vial,
pavimentación de la Avenida 91 (entre 42 y 58) y de la Avenida 42 (entre 91 y 115), condicionadas a financiamiento provincial,
ejecución de redes de agua, cloacas y desagües pluviales,
continuidad del alumbrado público LED,
obras en delegaciones del interior,
construcción del Monumento a Malvinas,
finalización de proyectos del Presupuesto Participativo.
El propio proyecto aclara que las obras de mayor envergadura quedan supeditadas a la disponibilidad de fondos provinciales, ante la ausencia de obra pública nacional.
La Secretaría de Salud, con $23.407 millones, absorbe el 22,7% del presupuesto total, es decir, casi uno de cada cuatro pesos. Los recursos estarán destinados a sostener hospitales, centros de atención primaria, guardias, ambulancias, insumos médicos y recursos humanos.
El Presupuesto 2026 no proyecta una expansión del sistema sanitario, sino evitar retrocesos en la prestación, en un contexto de demanda creciente y costos en alza.
El área de Desarrollo Humano y Políticas Sociales contará con $7.847 millones, menos del 8% del total, pese a concentrar una alta demanda social. Allí se incluyen programas de asistencia, niñez, tercera edad y políticas de género.
El texto presupuestario establece la continuidad de acciones de prevención, atención y acompañamiento de situaciones de violencia por razones de género, integradas principalmente desde las áreas de Gobierno y Desarrollo Humano, con dispositivos como botones antipánico y abordaje territorial articulado con la Provincia. No se prevén ampliaciones presupuestarias específicas ni programas nuevos de gran escala.
En el Presupuesto 2026, las políticas deportivas no cuentan con una secretaría ni una partida autónoma, ni se encuadran dentro de Desarrollo Humano. Se encuentran incluidas dentro de la jurisdicción de Turismo y Desarrollo Productivo, que contará con $2.501.187.080.
Dentro de ese esquema, el presupuesto prevé la continuidad de las escuelas deportivas municipales, el acompañamiento a eventos y competencias y el sostenimiento del deporte social y comunitario, sin grandes inversiones nuevas en infraestructura.
El Presupuesto 2026 reconoce una deuda pública total de $6.492.468.033, lo que implica que más del 6% del presupuesto anual queda condicionado por compromisos previos.
Por su parte, el Concejo Deliberante contará con $1.845 millones, cerca del 1,8% del total, destinados a salarios, funcionamiento institucional, comisiones y comunicación de la actividad legislativa. Las partidas de publicidad y comunicación institucional se distribuyen además en áreas como Intendencia y Gobierno, dentro del gasto corriente.
El Presupuesto 2026 expone un Municipio con más recursos en términos nominales, pero con un margen real de decisión limitado. La fuerte dependencia de la recaudación local, el peso del gasto corriente, la deuda acumulada y una obra pública condicionada configuran un esquema de gestión orientado a sostener servicios esenciales y administrar restricciones, más que a impulsar un proceso de expansión.
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