Para esta Nochebuena, el escenario previsto muestra una jornada sin lluvias y con temperaturas templadas a cálidas, lo que permite pensar en celebraciones sin sobresaltos meteorológicos. El cielo se presentará mayormente nublado durante gran parte del día, con momentos de mayor cobertura hacia la tarde, pero sin precipitaciones generalizadas.
El elemento que sí marcará el ritmo será el viento, una presencia habitual en diciembre en la costa. Durante la tarde y las primeras horas de la noche, se esperan ráfagas intensas que pueden incomodar mesas armadas en espacios totalmente abiertos. Con reparo adecuado, patios, galerías o terrazas protegidas aparecen como una alternativa viable para quienes prefieren comer al aire libre.
Ya entrada la noche, la temperatura tenderá a descender levemente, generando un ambiente más fresco y agradable para cenas largas, siempre y cuando el viento no encuentre espacio para colarse. En ese punto, la elección del lugar dependerá más de la exposición que del frío.
Para el 25 de diciembre, el panorama es aún más amigable. Se espera una jornada estable, con cielo entre algo nublado y parcialmente despejado, sin probabilidades de lluvia y con temperaturas típicas del verano costero. Será un día propicio para almuerzos extensos, sobremesas al aire libre y encuentros que se estiran durante la tarde.
Si bien el viento seguirá presente durante Navidad, lo hará con menor intensidad que el día anterior, lo que mejora notablemente las condiciones para comer afuera sin demasiadas complicaciones. Como suele ocurrir en esta época, las mañanas serán más frescas y las tardes más cálidas, por lo que conviene pensar en opciones flexibles.
Nochebuena: estable, sin lluvias, pero con viento fuerte a la hora de la cena.
Navidad: más calma, con sol, buen clima y mejores condiciones para comer afuera.
En definitiva, el clima acompañará las fiestas en Necochea, sin extremos ni alertas. La clave estará en leer el viento, elegir bien el lugar y dejar siempre un plan alternativo a mano. Porque en estas fechas, además del brindis, el clima también juega su partido.