El hecho ocurrió en la madrugada del pasado viernes, alrededor de la 1.30, en una vivienda ubicada en calle 111 al 1800, cuando Ávalos habría intentado ingresar de manera ilegítima al inmueble, presuntamente con fines de robo. En ese contexto, fue sorprendido por el propietario de la vivienda, Julián Rodríguez (44), quien efectuó disparos con un arma de fuego.
De acuerdo a las actuaciones incorporadas al expediente, el acusado habría realizado al menos tres disparos, uno de los cuales impactó en la zona torácica de la víctima, provocándole la muerte prácticamente en el acto. Tras el episodio, el imputado dio aviso a las autoridades e intentó asistir al herido, conducta que fue considerada por la Justicia al momento de evaluar su situación procesal.
El Juzgado de Garantías N°1, a cargo del juez Nicolás Lamberti, hizo lugar al pedido del fiscal subrogante Guillermo Sabatini para convertir la aprehensión en detención formal, aunque también aceptó el planteo de la defensa y otorgó el beneficio del arresto domiciliario, al considerar que el imputado no registra antecedentes penales y no existirían riesgos procesales inmediatos.
Rodríguez enfrenta cargos por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con la tenencia ilegal de arma de guerra”, mientras la investigación continúa en etapa de instrucción penal preparatoria.
Los peritajes forenses confirmaron que Daniel Ávalos falleció como consecuencia de una insuficiencia respiratoria y shock hipovolémico, provocados por un único disparo de arma de fuego que ingresó por la región torácica y afectó órganos vitales. Este resultado resulta clave para la reconstrucción de la mecánica del hecho.
En paralelo, se realizan peritajes balísticos sobre el arma secuestrada —una pistola calibre 9 milímetros sin documentación legal— con el objetivo de determinar su funcionamiento, trazabilidad y la distancia desde la cual se efectuó el disparo. Los primeros informes descartan un intercambio de disparos.
La Justicia continúa analizando si la conducta del imputado puede encuadrarse en una legítima defensa o si existió exceso, teniendo en cuenta el tipo de arma utilizada y la ubicación de la herida mortal. También se evalúan registros de cámaras de seguridad de la zona y se avanza con la toma de testimonios.
Mientras tanto, el acusado permanecerá bajo arresto domiciliario, con controles periódicos, a la espera de nuevas definiciones judiciales que determinen su situación procesal.