El doctor Alfonso Ruíz ante la muerte de Mario Dimauro: “Se fue un grande de verdad al que le agradezco su obra”

La muerte por “coronavirus” del doctor Mario Dimauro no pasó desapercibida en la comunidad médica necochense.

A través de una carta, el médico Alfonso Ruíz despidió a su colega con una carta que recorrió las redes sociales y en la que pone en valor el recorrido científico que Dimauro tuvo en la ciudad.

“Hoy se fue un grande de verdad al que le agradezco su obra, que me haya permitido ser parte de su sueño y de quien aprendí muchas cosas”, sostuvo el médico neumonólogo en un sentido escrito.

Cabe mencionar que días atrás, la ciudad debió lamentar el fallecimiento de otro médico como fue el caso de Eduardo Faragó, otro profesional de la salud afectado por el Covid-19 que ya lleva 32 víctimas fatales en el distrito.

La carta completa:

Hoy nos dejó una persona que como todos los grandes hombres dejan una marca en la comunidad en la que han desarrollado su vida. Como todos los humanos vivió con virtudes y defectos y quienes lo conocimos así lo aceptábamos. En mi caso siempre lo aprecie porque reconocí en él a un extraordinario profesional y docente y a un hombre con una inigualable creatividad que permanentemente nos sorprendía con acciones que ni siquiera nos hubiésemos imaginado. Ni hablar de su capacidad de trabajo que no reconocía horarios ni días.

El junto al Dr Peñalva me dieron mi primer trabajo en la Clínica José Ingenieros cuando estaba en Quequén y con alguna intermitencia continuamos nuestra relación laboral casi 25 años lo que hizo además que se estableciera un vínculo de afecto para con él y su familia. Pasamos momentos buenos y malos como siempre ocurre en este país, pero él siempre tuvo en claro sus objetivos y defendió su clínica con uñas y dientes, dándole continuidad al servicio y a las fuentes laborales. Tantas cosas pasamos juntos que la Clínica se transformó en un sentimiento donde a su lucha lo acompaño el personal que siempre puso el hombro para apoyar sus sueños. Alguna vez le pregunte porque seguía adelante ante tantos obstáculos y él me dijo que su sueño era tener una clínica que le diera un servicio de excelencia a la comunidad. Un día ese sueño lo concreto y construyó una Clínica de lujo para la ciudad de Necochea cuando podría haber elegido a la altura de su carrera y con su prestigio una vida mucho más cómoda. Pero un soñador cumple sus sueños y Mario siempre fue un soñador.

La comunidad debe saber que cuenta dentro del sector privado un prestador para patologías mentales de lujo gracias a Mario Dimauro un grande que hoy nos abandonó en lo físico pero que perdurará en la memoria de quienes lo han conocido. La Clínica José Ingenieros es un sentimiento. No tan solo una clínica donde se da cobijo a las patologías mentales que a veces muchos no comprenden por la resistencia a esas enfermedades.

En cada uno de los que trabajan en ella encontraran un afecto que va más allá de un simple empleo y Mario fue quien condujo a formar esa familia que el siempre soñó y donde dejó hasta el último girón de su vida. Por su sueño, por su familia que formó parte de él, por sus empleados que forman otra gran familia, yo siento que Mario ya no estará físicamente pero vivirá en cada rincón de la clínica, en cada enseñanza que transmitió a sus discípulos, en el corazón de sus pacientes y de quienes lo conocimos y supimos valorar su esfuerzo con sus virtudes y defectos como cualquier humano.

Hoy se fue un grande de verdad al que le agradezco su obra...que me haya permitido ser parte de su sueño y de quien aprendí muchas cosas. Hoy cuando me enteré tuve una angustia insoportable pero ahora ya la encapsule para dar lugar a los recuerdos y a las anécdotas de los años compartidos.. Que Dios le de fuerzas a su familia para continuar su obra porque muchos necesitan de la gloriosa Ingenieros. Ellos fueron y son parte del sueño de Mario y cuentan con personal que es de lujo. Los abrazo del corazón A vos Mario te digo chau Genio y gracias por todo.