El proceso de remate de la exclínica Regional sigue dando que hablar. Al desguace del inmueble y de los bienes que se realizó ante la mirada atónita de la Justicia, se suma el proceso de venta del inmueble principal ubicado en calle 66 y 53.
Según pudo constatar NdeN, el martillero Luis Mascaró solicitó una rebaja del 25% del valor del edificio, debido a la falta de oferentes con la propuesta inicial. Tal situación acota aún más la posibilidad de que las trabajadoras despedidas y estafadas por los médicos accionistas puedan percibir parte del dinero adeudado.
“Vengo a informar la inexistencia de postores inscriptos en la subasta decretada en autos, cuya fecha límite para la inscripción aconteció en fecha 05/03/2021. En consecuencia solicito se adecue la base de la subasta reduciéndose la fijada en un 25%, de conformidad con lo dispuesto con el art. 577 CPCC”, planteó Mascaró en el expediente judicial.
Cabe mencionar que de por sí el valor planteado de remate era bastante bajo para el tipo de inmueble, ubicándose alrededor de los $21.473.172. La situación es tal, que el remate podría salir sin base cierta, cuestión por la que incluso los mismo médicos que la fundieron podrían volver a adquirirla a un valor casi simbólico.
Cabe mencionar que las extrabajadoras denunciaron el proceso anterior de venta de equipos y bienes (ver nota adjunta), ya que entiende que se entregaron a valores irrisorios, cuestión que quita peso a la posibilidad resarcir a todos los damnificados por los médicos-accionistas.
Cabe recordar que la denuncia judicial realizada por las enfermeras y mucamas despedidas en febrero 2009, ponen en el foco de las responsabilidades a los socios-médicos Eleazar Seiler, Vilma Parodi, Eduardo Haún y Jaime Núñez Peñaloza, muchos de los cuales también fueron partícipes de la quiebra de la Clínica Atlántica más de una década antes que quebrara la Regional. Otro de los apuntados por las trabajadoras fue el último administrador, Roque Garramone.