

Tal como expresa el flyer, este miércoles al mediodía habrá una actividad cultural por la paz, y una entrega de plantas para quien pase por la "Plaza de la Paz".
La profesora necochense y referente de la lucha por la paz, Mónica Bouyssede, explicó a NdeN la historia de este espacio público. Se trata de la "Plaza Por la Paz", que queda en 58 y 61, el sector de la esquina que queda entre el Centro Cívico y la iglesia.
La historia de militancia de Mónica y Adrián marca la historia de nuestra ciudad y del país respecto a su reconversión de dolor en construcción simbólica de una sociedad mejor, sin violencia. Alfredo fue asesinado el 6 de julio del 2006 en la Avenida Cabildo de CABA, luego de que Martín Ríos disparó 13 veces en la calle, impactando en Alfredo y otras 7 personas.
Fue ese mismo año que la intervención de sus padres comenzó, ese año hicieron un mural en la propia vereda donde había caído Alfredo: "Todo se olvida, y nosotos teniamos la necesidad de que no se olvide, por eso pintamos en la vereda, aunque todo el tiempo se despintaba e ibamos y lo retocábamos", comentó Mónica a NdeN. Luego pidieron permiso al gobierno de CABA y articularon con una escuela de Cerámica. Allí fue que profesores y alumnos hicieron un mural en ceramico, levantando la vereda. "Eso fue en 2008 y nos llamó la atencion cómo los chicos se engancharon en el proyecto", remite a aquellos años.
Un mural con su propia historia
Así comenzó la activación artística en Necochea. Pintaron el mismo mural en una placa de fibro fácil ya en ese sector de 58 y 61. Allí empezaron a pensar en la plaza de la paz. Se hizo el mural por segunda vez con la Escuela de Arte Provincial desde la cátedra de Escultura, en 3 dimensiones. "El mural tiene una historia propia", dice Mónica regresando a la contemporaneidad tras contar la historia del mural en Necochea que expresa "la violencia lastimó la tarde".
Fue en 2007 que a la Asociación Alfredo Marcenac les ofrecieron el padrinazgo de la plaza en ese sector. Allí, el año siguiente pidieron ideas e invitaron a niños y niñas de colegios a donar plantas y plantarlas juntos. Son "flores de amor" de color verde y blanco contra el fondo de la 61, también llamados Agapantos.
Fue en 2010 que se ubicó allí el mural escultorico de la ola. "Desde el 2008 venimos sosteniendo la plaza, nos hicimos cargo como Asociación", expresa Mónica. Allí se comprometen a cortar el pasto, la conservacion de las plantas, entre otras tareas.
"Los disparon quebraron la risa"
Construccion de la paz
En su experiencia histórica de profesora y también luego de años de Diplomatura por la Paz, Mónica Bouyssede explica a NdeN que "la construccion de paz es un valor simbólico, una idea, una construcción solcial en la que no intervenimos solo nosotros, es comunitaria", explica y agrega que este concepto "requiere compartir esta idea de desarmarnos de las violencias y pensar un modelo de sociedad que queremos vivir".
Para ejemplificar esta explicación pone su propio ejemplo de vida: "La muerte de Fredy no es un hecho individual sino un hecho colectivo, que tiene que ver con la idea de desarmar las violencias", grafica y explica que no se trata de una violencia, sino multiples: "hay que resolver muchas cuestiones, que niños niñas y jovenes vivan sin pobreza, con educación, donde resolvamos los conflictos sin uso de la fuerza, que las armas no sean instrumento para proveer seguridad". imagina Mónica. "Y todo esto tiene que instalarse públicamente, y un espacio púlico refleja eso", vuelve Mónica a relacionar con el trabajo en la Plaza de la Paz: "Con las frases del mural hacemos un repudio a la violencia, el deseo de construir una sociedad más pacifica".
La Plaza y la actividad
Para concluir y sintetizar la profesora Mónica explica que la plaza no solo es un espacio para estar y compartir "sino que adquiere un sentido comunitario, se pone a disposición de todos para compartir la idea, con la comunidad de Necochea y Quequen". La actividad será este miércoles de 12 a 14. "Las plantas crecieron mucho y necesitaban transplantarse", para este trabajo pidieron la colaboración del grupo paisajista "4 Estaciones".
"Los agapantus se dividieron y quedaron muchos entonces los preparamos para donar" explica así que quien quiera pasar por la plaza en ese horario se puede llevar una planta y puede hacer un aporte de dinero si puede: "Lo importante es que las plantas no se mueran".
Por su parte el municipio colabora en el trabajo, arreglará la vereda externa. Así quedará nuevamente el espacio y la plaza preparada para quien quiera usarlo, ya se han hecho eventos de escuelas, charlas y encuentros de repudio a la violencia. "El lugar empieza a adquirir un sentido cultural compartido".