

La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires dictó el procesamiento con prisión preventiva para todos los imputados pendientes por el asesinato de Lucas González, el joven futbolista que iba junto a un grupo de amigos en un auto cuando recibió un tiro en la cabeza por parte de policías.
Los efectivos están acusados de ser “coautores materiales de encubrimiento doblemente agravado por la condición de funcionario público”. A esta acusación, se suman también las vejaciones que incluyeron la privación ilegítima de la libertad de los jóvenes que estaban con Lucas el día del crimen.
La medida fue dictada para el comisario inspector Daniel Santana, el comisario Rodolfo Ozán, el subcomisario Ramón Jesús Chocobar, y los oficiales Sebastián Baidon, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.
Por el crimen ya estaban procesados con prisión preventiva los policías de la Ciudad Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi. Mientras que por el encubrimiento también fueron procesados con prisión preventiva los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el inspector Héctor Cuevas y las oficiales Micaela Fariña y Lorena MIño.
Éstos últimos enfrentan otros cargos por "falsedad ideológica, encubrimiento agravado, privación ilegal de la libertad agravada y vejaciones".
El asesinato de Lucas ocurrió el 17 de noviembre, cuando el joven volvía de entrenar del club Barracas Central. Los adolescentes iban a bordo de un Volkswagen Suran del padre de uno de ellos cuando un auto con policías sin identificarse terminó interceptándolos y efectuando disparos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos le dio en la cabeza a Lucas, cusándole la muerte a los dos días de estar internado en grave estado.