

El subsecretario de Agricultura y Ganadería de Mendoza, Sergio Moralejo, señaló a la prensa que la producción afectada serían "10.000 hectáreas de viñedos y 10.000 de frutales".
"No son daños menores, ya que las bajas temperaturas generaron consecuencias irreparables en muchos cultivos de los oasis Norte, Este, Centro y Sur. No es sólo el fruto lo que se dañó, también el resto de las células de las plantas pueden sufrir secuelas a largo plazo", alertó Moralejo.
“Hemos asistido a una helada tardía realmente de dimensiones inusitadas. Esta situación no solo ha afectado al territorio provincial sino que ha sido un fenómeno a nivel nacional", agregó.
"Cuando tenemos entre el 50 y el 79 % de pérdidas se llama emergencia agropecuaria; y cuando van del 80 al 100 % ya hablamos de desastre. En este momento, en Mendoza, tenemos varias zonas con desastre", concluyó Moralejo.
Por su parte, el senador provincial Bartolomé Robles (FPV-PJ) presentó un proyecto de resolución en la cámara alta que "tiene por objeto requerir al Ministerio de Economía y Energía de la Provincia, como así al Gobierno Nacional, declarar la situación de emergencia y/o desastre agropecuario en las zonas que hayan sufrido un daño superior al 50% en su producción, por efecto de heladas tardías parciales".
Bodegas de Argentina emitió un comunicado ante las recientes heladas que azotaron diferentes oasis vitícolas, en el que manifiesta la preocupación de productores y bodegas frente al nivel de pérdidas y solicita al estado nacional, estados provinciales y municipales el acompañamiento económico que tan extrema situación amérita".
En ese sentido, explicaron que "mermas en la producción que en algunos casos llegan a ser totales, deben ser amparadas por los mecanismos de crisis previstos para estas situaciones, créditos accesibles, baja o suspensión de impuestos, tasas, aportes y contribuciones que habitualmente aportan quienes producen uvas y vinos, eliminación de acuerdos y leyes que se dictaron con el solo objetivo de controlar un stock y una producción que está vez, será dominada por la escasez".
"Las dos últimas noches de octubre, después de tres décadas, fueron las más largas y oscuras para productores y bodegas de nuestro país. Las condiciones atmosféricas trajeron consigo heladas tardías, una de las adversidades climáticas más difíciles de enfrentar para la agricultura en general y la vitivinicultura en particular", sostuvo la mayor entidad que núclea a más de 200 bodegas de todo el país.
"Las autoridades de la cámara, han gestionado reuniones con las autoridades nacionales y provinciales. Solicitamos que el gobierno, en todos sus estamentos, legislativas y ejecutivas, de control y fiscalización, sepan acompañar un sector con fuerte impacto en las economías regionales, de mano de obra intensiva y que representa al país en el mundo. Necesitamos que se lleve a sus protagonistas, productores y bodegas, el alivio necesario que la situación amérita