

La Plaza alrededor de las 15:30 del pasado sábado, se llenó en primer lugar de la gran cantidad de familiares de necochenses, desaparecidos, con sus clásicas remeras blancas, donde se eboca: MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA.
Banderas y pancartas se instalaron en el Paseo, algunas con frases políticas, otras con insignias partidarias, otras con la cara de muchos compañeros que ya no estan. Hubo presencia de organizaciones sociales, sindicales, partidarias, y mucha gente con banderas argentinas que se autoconvocan por adhesión a la causa.
Se repudió a Bicarelli, se pidió por la libertad de presos políticos y se honró la memoria de Hebe de Bonafini.
Por primera vez el "Colectivo por NOA SUAREZ" realizó una intervención visibilizando y exigiendo justicia por el joven asesinado en manos de la Bonaerense. "No fue un suicidio, a Noa lo mataron" expresaron. El abogado defensor Sebastián Barletta se dirigió a las personas presentes.
En todo momento estuvo presente el acompañamiento a Morotí Arocena, docente salvajemente agredida en la Secundaria 7, la semana pasada, que se encontraba presente como siempre formando parte de la organización. Además se resaltó el pedido al gobierno municipal por la ¡Absolución de Pierina Nochetti!, trabajadora, lesbiana y madre, llevada a juicio oral, por su participación en una pintada que se pregunta por Tehuel, joven trans, desaparecido en democracia.
A la hora de leer documentos, Juan De Francisco, leyó unas sentidas palabras de Jorge Alvaro. Desde que asumió la presidencia de Puerto Quequén, el militante peronista, torturado y detenido, se hizo presente en la Plaza, para abrazar y compartir con sus compañeros y compañeras, en este acto, al encontrarse en Mendoza, junto a su familia y compañeros de aquel entonces, decidió de igual modo hacerse "presente".
Lamento no poder estar presente este año junto a ustedes en la recordación de una de las fechas más aciagas de nuestra historia. Quiero mandar mi saludo a los organizadores de este acto. Estoy en Mendoza y hoy marcharé junto a los miles de compañeros y compañeras con los que he compartido las últimas cuatro décadas.
Estamos a sólo tres años del cincuentenario del último golpe militar exitoso ocurrido en nuestro País. En esta fecha aparecen siempre nuevas visiones; matices novedosos e interpretaciones enriquecedoras. Pero lo inalterable, el hilo conductor, es el recuerdo de los miles y miles de compañeros y compañeras que dejando su vida en los años que reinó el terror de la dictadura nos marcaron a fuego para siempre.
Testimonio de entrega sin límite. Se dio todo porque se consideraba que valía la pena. Se tenía cabal comprensión que el destino de la Patria estaba en juego. La derrota de aquella generación no hizo más que demostrarlo. Pero lo que quedó en pie para todos los tiempos es el supremo valor ético de hacer lo que se declamaba sin buscar recompensa ninguna y siempre rodeados de compañeros leales y consecuentes.
Mucha agua ha corrido bajo los puentes. Las mayorías populares argentinas han vivido avances y retrocesos. Está plenamente vigente la disputa por una Argentina justa o un País donde reine la desigualdad y la injusticia.
El mensaje del terror fue claro: “quédense en su casa y no se comprometan con nada, que cada uno se arregle como pueda”, muchos lo entendieron así y las formas de la política tornaron hacia el predominio del confort individual, del éxito personal a cuesta de principios y convicciones. Por suerte son también muchos los que hoy intentamos convencer que sólo la organización vence al tiempo.
Para terminar afirmó que han cambiado las formas, pero el conflicto principal no está resuelto. Hace apenas seis meses quisieron asesinar a la vicepresidenta de la Nación. El tratamiento banal que se le ha dado a un hecho de tamaña gravedad nos recuerda que los formadores de opinión y orientadores del sentido común de nuestra sociedad son al fin los mismos que celebraron aquél golpe del 24 de marzo de 1976.
Habrán cambiado las formas, pero la lucha sigue.
Un fraternal abrazo para todos.
(VER VIDEO DE LA LECTURA DE NOMBRES DE COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS NECOCHENSES DETENIDOS-DESAPARECIDOS)
En distintas etapas nos hemos encontrado en esta plaza. Muchos de los presentes recordarán actos mínimos, de 15 o 20 personas, otros años más numerosos y algunos realmente multitudinarios, los últimos con marchas muy importantes.
En todos esos actos hemos hecho homenajes, recordatorios emotivos, compartido expresiones artísticas, documentos y adhesiones. Pero fundamentalmente, lo que debemos recalcar es que cada uno de esos actos, fueron actos políticos.
Hoy, a casi 40 años de festejar el retorno a la democracia, se escuchan voces que proclaman la anti política. Como si eso fuese posible. Sabemos que cada acción humana en una sociedad es política.
Las luchas populares, las resistencias a las dictaduras, la organización de los pueblos en pos de sus derechos es política.
Los secuestros y desapariciones, las torturas y violaciones, en síntesis, el terrorismo de estado que fue clave para aplicar un modelo económico de exclusión de las mayorías. Eso también fue político.
Y ahora nos preguntamos por qué se está aceptando, que todos los males actuales, son por culpa de “la política” sin diferenciar que sector o sectores de la sociedad llevan a cabo una u otra política.
Hace 47 años un golpe cívico-militar y eclesiástico, derrocaba al gobierno legítimo y constitucional peronista que luego de 18 años de proscripción pudo participar de las elecciones. Como habían hecho ya en 1930 con el gobierno radical de Hipólito Irigoyen, en 1955 con Perón, en el 62 con Frondizi, en el 66 con Illia, las FFAA se pusieron al servicio de los sectores antipopulares.
Como cada una de aquellas veces, los mal llamados “golpes militares” no fueron otra cosa que acciones represivas contra la clase trabajadora, al desplazar gobiernos progresistas, para aplicar planes económicos que favorecieron a los sectores dominantes serviles al imperialismo.
No tenemos hoy golpes militares para aplicar esas medidas políticas, pero ¿de qué forma y quienes llevan adelante hoy acciones políticas contra los intereses populares?
En esta etapa vemos con claridad es que el poder judicial lleva la delantera en esas acciones. Un gran sector de ese poder se ha transformado en lo que se denomina “Partido Judicial”. Partido que ejerce un poder no emanado de elección popular, sino que se ha ido formando a través del tiempo, con la famosa “familia judicial”. O sea, un enorme grupo de personas enlazadas por parentesco o afinidades de negocios y prebendas. Y aquí entramos en el significado de otra palabra “maldita” IDEOLOGÍA.
Para las y los que proclaman el fin de las ideologías, bueno, la ideología que emana del Partido Judicial está más viva que nunca. Es la ideología de la clase dominante, de la exclusión social, del odio de clase.
Llegamos entonces a los discursos de odio. ¿hacia quienes están dirigidos? ¿Quiénes los promueven y ejecutan? Esos discursos de odio no están dirigidos a sectores empresarios, agroexportadores, medios informativos o financieros. Justamente porque de esos sectores emanan las expresiones de odio y actos de violencia.
Pero paradójicamente vemos que esas acciones son ejecutadas por personas que no pertenecen a los sectores privilegiados, sino que, siendo perjudicados justamente por las políticas aplicadas por esos sectores, actúan de esa forma, por estar ideológicamente identificados con ellos.
Clases medias bajas, clases medias medias y clases medias altas ligadas ideológicamente con las clases altas dominantes, atacan discursivamente a los sectores más castigados por políticas de exclusión, que son las clases populares, trabajadoras y trabajadores registrados o no, cuentapropistas, recicladores, trabajadores de la economía popular. Esto se conoce por aporofobia. Neologismo que da nombre al miedo, rechazo o aversión a los pobres. Y a esto llegamos por justamente acciones políticas de una determinada ideología. Eficazmente ejecutada por las clases dominantes, su poder mediático y judicial.
Pero esas expresiones de odio hacia los sectores más humildes, por supuesto que se traslada a las personas que, ejecutando determinadas políticas, favorecieron a esas clases, que recuperaron derechos, mejoraron
su nivel económico, accedieron a una mejor educación y salud. Lo que sintetizamos en una mejor calidad de vida.
Es por todas estas situaciones que llegamos a preguntarnos ¿es esta democracia la que resuelve los problemas de las mayorías populares? ¿o es esta democracia la que consolida los privilegios de las clases dominantes? ¿Falla el sistema o fallan nuestros representantes?
Es el sistema y son nuestros representantes los que no dan respuesta a los reclamos populares. ¿Sino cómo se entiende que es el Fondo Monetario Internacional el que dicta la política económica?
Celebraremos los 40 años de continuidad democrática y también celebraremos los 50 años de la recuperación de la democracia, en aquel icónico 1973. Recuperación que, al igual del 83, fue producto de la lucha organizada, persistente y sacrificada de miles de militantes populares, trabajadores sindicalizados, estudiantes secundarios, universitarios, y organismos de DDHH. Pero también denunciamos los retrocesos y falencias en la satisfacción de las más elementales necesidades de nuestro pueblo en la actualidad. Luego de que empresarios fugaran miles de millones de dólares y que el anterior gobierno tomara una descomunal e ilegal deuda con el FMI.
Es lamentable e indignante que, en esta democracia, las vidas de los 30.000 no estén siendo honradas. Anhelaban una patria sin excluidos, con justicia social, con inclusión, con derechos para todas y todos.
A 40 años, todavía nos preguntamos ¿dónde están los cuerpos de las y los desaparecidos? ¿Dónde están las y los nietos secuestrados? ¿Dónde está Jorge Julio López?
Por todo esto honremos la lucha y entereza de la compañera Hebe de Bonafini.
Exijamos la libertad de Milagro Sala y demás presos políticos.
Sabemos que no hay democracia sin reforma judicial. No hay democracia con violencia institucional. Falta mucho para lograrlo y no es tiempo de especulaciones. Seamos dignos continuadores de esas luchas.
Cabe destacar que el Partido Obrero organizó otro "acto" frente al Municipio y marchó distanciado de la columna que recorrió las calles del centro, parando en la Comisaría y la Iglesía.
El acto oficial contó mayoritariamente con organizaciones sociales y sindicatos alineados al Frente de Todos y también organizaciones y partidos de izquierda.