

En su última primera página, el Wiener Zeitung resumió su larga historia con las siguientes palabras: "116.840 días, 3.839 meses, 320 años, 12 presidentes, 10 emperadores, 2 repúblicas, 1 periódico". Esta frase resume la trayectoria del diario que fue fundado en 1703 como Wiennerisches Diarium y rebautizado como Wiener Zeitung en 1780. Durante años, el periódico fue privado y quincenal, hasta que en 1857 fue nacionalizado por el emperador Francisco José I de Austria, convirtiéndose en el boletín oficial del país. Su antigüedad es tal que incluso algunos de los primeros conciertos de Mozart fueron anunciados en sus páginas.
El paso final hacia la transición al formato digital se ha dado mediante una nueva ley que fue aprobada por mayoría en el Parlamento. A partir del 1 de julio, el periódico se enfocará principalmente en su publicación en línea, aunque se mantendrá la impresión de un mínimo de diez ediciones al año, dependiendo de los recursos disponibles.
El papel del Wiener Zeitung como gaceta oficial, que ha sido su principal fuente de ingresos, se trasladará al portal web. El gobierno argumenta que esta medida está en consonancia con una directiva europea que busca centralizar y publicar información oficial en línea.
Mientras tanto, el Wiener Zeitung tiene planes de establecer un centro de medios, una agencia de contenido y un centro de capacitación para periodistas. Sin embargo, algunos temen que el gobierno esté más interesado en mantener la marca y la historia del diario de 320 años, y se desconoce cómo será la futura publicación y si mantendrá el periodismo serio por el que ha sido reconocido.
El cierre del Wiener Zeitung ha generado preocupación entre los empleados, ya que se estima que casi la mitad de los más de 200 trabajadores, incluyendo 40 periodistas, podrían ser despedidos, según el sindicato.
El diario austríaco tenía una tirada de aproximadamente 20.000 ejemplares entre semana y el doble los fines de semana, siendo un referente en la información para muchos ciudadanos.
La vicepresidenta de la Comisión de la Unión Europea, Vera Jourova, manifestó su descontento con la situación y expresó que el Wiener Zeitung ha desempeñado un buen papel informando a la gente a lo largo de los años.
Como muestra de resistencia ante el cierre del diario, varias cientos de personas salieron a las calles de Viena el martes para protestar contra la medida del gobierno y expresar su apoyo al Wiener Zeitung.
El Wiener Zeitung enfrenta ahora el desafío de adaptarse a los cambios del mundo digital y mantener su prestigio periodístico en esta nueva etapa de su larga historia.