La comunidad de Necochea busca o ya no respuestas a un crimen que conmocionó a sus habitantes hace tres años aunque pareciera que la investigación no arrojó más datos trascendentales. La cocaína en el auto como un mensaje mafioso, al mejor estilo ajuste de cuentas. 

El 30 de julio de 2020, el cuerpo sin vida de Alejandra Fiorito, una mujer de 45 años, fue encontrado dentro de un automóvil en el barrio Capuchinos. La escena era escalofriante: había recibido cinco disparos en la espalda y presentaba un corte provocado con un arma blanca en el abdomen. Además de cocaína en su vehículo intacta. 

A día de hoy, el motivo detrás del asesinato de Alejandra sigue siendo un misterio o ¿sus asesinos comprometen intereses de otros o Alejandra se metió en un negocio que se le permite solo algunos?

Los familiares de la víctima han especulado sobre un posible crimen relacionado con una relación sentimental, mientras que los investigadores siguen la pista de un ajuste de cuentas vinculado al tráfico de drogas y dinero. Según han podido determinar, Fiorito estaba involucrada en la venta de estupefacientes, lo que ha llevado a la sospecha de que el crimen podría estar relacionado con su actividad ilícita.

La causa está a cargo del fiscal de la UFI 30 de Necochea, Carlos Larrarte, quien ha caratulado el expediente como "homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego". Sin embargo, la investigación se ha enfrentado a numerosos obstáculos, con nueve personas identificadas y algunas detenidas, pero sin un avance contundente para esclarecer el caso por completo.

El hallazgo del cadáver, con los cinco impactos de bala y dosis de cocaína dentro del vehículo, fue reportado por un vecino del barrio Capuchinos que alertó a las autoridades. Los investigadores encontraron 29 envoltorios de cocaína en el interior del automóvil, lo que apuntó a la posible conexión de Fiorito con el mundo del narcotráfico.

Los resultados de la autopsia revelaron detalles aterradores sobre la muerte de la mujer. Fiorito murió por un shock hipovolémico causado por uno de los disparos que perforó su corazón y uno de los pulmones. El informe forense estableció que la muerte ocurrió entre las 21 y las 24 del día anterior al hallazgo del cuerpo. Además, se concluyó que el homicida disparó desde atrás, sentado en el asiento trasero del lado del conductor, y que la lesión cortante en el abdomen fue realizada después de los disparos.

A pesar de los numerosos allanamientos y la detención de sospechosos, la clave para resolver este crimen aún parece esquiva. Cinco de los nueve identificados quedaron detenidos, pero hasta el momento nadie ha sido acusado formalmente por el asesinato de Alejandra Fiorito. La búsqueda del arma homicida ha sido infructuosa, lo que agrega más incertidumbre a este caso sin resolver.

Tres años después de aquel fatídico día, Necochea sigue en la incertidumbre, el dolor familiar, la injusticia y la impunidad. 

La comunidad anhela que la justicia encuentre de una vez el camino lejos de la connivencia o las presiones de las difíciles causas .Detrás del brutal asesinato de Alejandra Fiorito, hay mucha tela para cortar.