

El hecho, que tuvo lugar en un almacén ubicado en la calle 79 al 200 de nuestra ciudad, dejó en evidencia la osadía de un ladrón que no dudó en forzar la puerta del local en horas de la madrugada para llevarse consigo mercaderías y herramientas de mano. Sin embargo, la valiente propietaria no se amilanó y presentó una denuncia en la Comisaría 3ra., marcando el inicio de una investigación que finalmente ha dado sus frutos.
La Policía Científica, con meticulosidad y destreza, recopiló una serie de huellas dactilares en la escena del crimen, un rompecabezas crucial para resolver este enigma delictivo. Tras rigurosos análisis, una de estas huellas reveló la identidad del perpetrador.
Los incansables investigadores de la DDI se pusieron manos a la obra y desplegaron un amplio abanico de acciones destinadas a localizar el paradero del sospechoso. Con paciencia y dedicación, recopilaron toda la información necesaria para que la Unidad Funcional de Instrucción Nº1 solicitara una orden de allanamiento al Juzgado de Garantías Nº2 Departamental.
En una operación conjunta entre agentes de la DDI local y oficiales de la Comisaría 3ra., el allanamiento se materializó en una vivienda ubicada en la calle 20 al 3300. Fue en este punto donde se concretó la aprehensión del individuo, quien había sido identificado a través de sus huellas digitales. Este sujeto, con un historial delictivo significativo, enfrenta ahora acusaciones de "ROBO" y aguarda su comparecencia ante la justicia, mientras permanece bajo custodia en las instalaciones de la DDI.