

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) oficializó la decisión en su 45° Convención en la ciudad de Riad en Arabia Saudita, que se encuentra sesionando desde el pasado 10 de septiembre.
Se trata de la primera candidatura aprobada de las tres presentadas este año de lugares de memoria vinculados a conflictos recientes, ya que, hasta ahora, el campo de Auschwitz-Birkenau y el Memorial de la Paz de Hiroshima eran los dos únicos sitios de este tipo del último siglo inscritos en la lista.
Además de la ESMA, se espera que la Unesco discuta el centro funerario y de la memoria del Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial en Francia y Bélgica, además de los lugares que recuerdan el genocidio de Ruanda.
El Museo Sitio de Memoria ESMA fue inaugurado el 19 de mayo de 2015, luego de una larga lucha de los organismos de derechos humanos por preservar el espacio en tanto prueba judicial de los crímenes allí cometidos por la última dictadura cívico militar.
Hasta 2004 siguió funcionando allí la escuela de oficiales de la Armada y llevaría tres años terminar de desalojar todas las instituciones navales, sumado a los trabajos de recuperación y puesta en valor necesarios para que finalmente en 2015 se concretara su inauguración en el edificio conocido como “Casino de Oficiales”.
En la ESMA, el mayor centro clandestino de detención, tortura y exterminio del país, estuvieron detenidos-desaparecidos cerca de cinco mil hombres y mujeres que fueron recluidos en condiciones inhumanas, muchos de ellos inyectados con sedantes para ser arrojadas al mar mediante los llamados “vuelos de la muerte”.
A través de visitas guiadas o autoguiadas, los visitantes pueden recorrer la exhibición permanente del Museo ESMA que consta de 17 salas abiertas al público, las cuales contienen dispositivos museográficos tradicionales y contemporáneos, más dos espacios destinados a muestras temporarias.
Durante 2022 el Museo Sitio de Memoria ESMA recibió casi 45.000 visitantes nacionales e internacionales.
En el predio, ubicado en Avenida del Libertador 8.151, en el límite noreste de la ciudad de Buenos Aires, funcionan también la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, las Casas de los organismos de derechos humanos y el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, entre otros espacios.