

Bajo el título "Enviado a la Basura", este informe representa el primer esfuerzo en una década por cuantificar el derroche total de alimentos en los establecimientos agropecuarios. Según sus hallazgos, se desperdician aproximadamente 2.250 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo anualmente.
La Fundación Vida Silvestre compartió estos impactantes datos, subrayando que el desperdicio de alimentos no solo implica la pérdida de comida, sino también la derrota de valiosos recursos naturales, incluyendo agua, tierra y energía. Se estima que se utilizan cerca de 4.4 millones de kilómetros cuadrados de tierras agrícolas y 760 kilómetros cúbicos de agua para producir alimentos que finalmente son descartados.
El informe del WWF considera el desperdicio en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde los establecimientos agropecuarios hasta los comercios minoristas, servicios de alimentación, hogares de consumidores y las pérdidas durante el transporte, almacenamiento, fabricación y procesamiento. Sorprendentemente, de todos los alimentos cultivados y producidos, aproximadamente el 40% no llega a ser consumido y termina en la basura.
Este fenómeno de desperdicio de alimentos no solo tiene un impacto ambiental significativo, sino que también agrava la inseguridad alimentaria a nivel global. El sistema alimentario es responsable del 80% de la pérdida de biodiversidad, el 80% de la deforestación y el 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Algunos datos clave del informe incluyen:
Este informe es un recordatorio contundente de la urgente necesidad de abordar el problema del desperdicio de alimentos a nivel mundial, no solo para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria, sino también para reducir el impacto ambiental devastador de esta práctica insostenible.