

Este desabastecimiento se debe a un sistema de cupos mensuales al que se ajustan las petroleras, basado en las ventas históricas de años anteriores. Sin embargo, el aumento en la cantidad de vehículos en circulación ha superado las expectativas, y las cantidades enviadas por las empresas no logran satisfacer la creciente demanda.
El cupo mensual se distribuye semanalmente a las estaciones de servicio, lo que provoca la aparición periódica de faltantes en diferentes lugares hasta que llega el próximo envío. Aunque se pronostica que la situación empeorará a principios de la próxima semana, se ha informado que la nafta Premium sigue estando disponible para su venta.
El intendente de Pinamar, Martín Yeza, compartió en Twitter la situación que se vive en su ciudad, con filas de hasta 500 metros de automovilistas esperando cargar nafta. La misma problemática se repite en localidades como Tres Arroyos, Balcarce y Mar del Plata.
Alberto Boz, presidente de la Federación de Expendedores de Naftas del Interior, atribuyó la crisis al problema fundamental de la falta de dólares para importar combustible. Aunque señaló que Argentina no es totalmente autónoma en cuanto a su producción de combustibles, destacó que la dependencia de la importación se ha reducido con el tiempo.
Según Boz, cada año se importa entre un 12% y un 15% de nafta súper y un 15% a un 22% de gasoil, dependiendo de la actividad agrícola. Sin embargo, actualmente se están experimentando retrasos en la importación debido a la falta de dólares para cerrar los acuerdos. Boz sugirió que las petroleras ya han comprado buques y están cumpliendo con sus obligaciones, pero la falta de divisas obstaculiza el proceso.
A pesar de la preocupación generalizada, Boz expresó su esperanza de que la situación se resuelva pronto y señaló que las autoridades políticas son conscientes del descontento de la población.