

La exposición prolongada a temperaturas elevadas puede conducir a problemas de salud, siendo los golpes de calor una de las principales preocupaciones. Identificar los signos de alerta es crucial, y entre ellos se encuentran la sed intensa, temperatura corporal superior a 39º, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante y mareos. Ante estos síntomas, es fundamental actuar de inmediato para evitar complicaciones.
Marcela Guerrero (MP 1104), licenciada en Nutrición y miembro del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, enfatiza la importancia de mantenerse hidratado regularmente, incluso sin sentir sed. "El organismo pierde agua a través de la transpiración, la orina y la respiración, por lo que es importante reponerla consumiendo abundante líquido", señala.
Entre las recomendaciones específicas para prevenir golpes de calor, el Colegio de Nutricionistas sugiere:
Es fundamental tener en cuenta las necesidades específicas de ciertos grupos vulnerables, como adultos mayores, embarazadas y niños pequeños, quienes pueden ser más propensos a sufrir golpes de calor. Aumentar la frecuencia de la ingesta de agua y prestar atención a signos sutiles es crucial en estos casos.
Además de seguir estas recomendaciones, es esencial estar atento a las condiciones climáticas y consultar alertas meteorológicas. En días extremadamente calurosos, se aconseja buscar lugares frescos, utilizar ropa adecuada y aplicar protector solar para una protección integral contra el sol y el calor. La prevención se convierte así en la mejor aliada para disfrutar de un verano saludable y sin contratiempos.