

Entre los puntos más controvertidos, el proyecto establece que una reunión o manifestación de tres o más personas puede considerarse una "asociación ilícita". Además, permite el ingreso de fuerzas armadas extranjeras sin permiso del Congreso y busca convertir la protesta social en un delito no excarcelable. Estos cambios van de la mano con la privatización de empresas públicas y la flexibilización laboral, generando una amplia repulsa. La diputada Myriam Bregman ha expresado contundentemente que "quien vote esto, vota dictadura".
El impacto en el ámbito cultural es igualmente significativo. La "Ley Ómnibus" propone recortes presupuestarios y cierres de organismos importantes, otorgando un poder desmesurado a las empresas privadas para definir qué cultura se produce y circula en el país. Aquí, destacamos algunos de los puntos más alarmantes:
Cierres del INT y el FNA:
Ataque a Bibliotecas y Desregulación del Precio de Libros:
Ataque al Cine Nacional e Independiente:
Ataque Generalizado a la Cultura:
La "Ley Ómnibus" representa un ataque integral que, de imponerse, destruirá las políticas públicas para la cultura en Argentina. Se perfila como un retroceso cultural y un intento de convertir el arte y la cultura en lujos y negocios para unos pocos. Ante esta situación, la coordinadora "Unidxs por la cultura" ha comenzado a movilizarse y organizar la resistencia, buscando defender los derechos de los trabajadores y la diversidad cultural del país. La lucha contra esta embestida en el terreno de la cultura nacional se intensifica en medio de un escenario de incertidumbre y resistencia.